Las propiedades medicinales del Taraxacum officinale, más conocido como diente de león, no dejan de crecer. Si ya se sabía que era una “mala hierba” cardioprotectora, un nuevo estudio acaba de confirmar que sus hojas también contienen compuestos antimicrobianos(3).
Y ojo porque estos efectos son tan potentes que podrían incluso frenar la acción de bacterias tan potentes como la Bacillus subtilis, la Staphylococcus aureus, la Escherichia coli, la Klebsiella pneumonia y la Pseudomonas aeruginosa, las cuales son conocidas por resistir a algunos potentes antibióticos.
La tisana de diente de león es la manera más rápida y eficaz de beneficiarse de esta planta que crece en los caminos. Solo tiene que llevar a ebullición una taza de agua e incorporar dos cucharaditas con sus hojas secas y dejar infusionar 15 minutos. Y se recomienda tomar una taza por la mañana y otra por la noche para beneficiarse de sus propiedades diuréticas, antiinflamatorias e incluso a la hora de controlar el nivel de colesterol.
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