La melatonina (un tipo de hormona) podría ser un poderoso adyuvante en el tratamiento de la esclerosis múltiple (1), patología autoinmune caracterizada por la destrucción de la mielina. Es decir, la capa que recubre las neuronas, necesaria para transmitir los impulsos nerviosos y que se produzca la comunicación neuronal.
El problema es que los corticoides, tratamiento de referencia para esta patología, están asociados a efectos secundarios como hinchazón (sobre todo en las piernas), presión arterial alta, cambios de ánimo, problemas de memoria… Por ello, investigadores españoles han probado (en ensayos con animales) el efecto combinado de estos fármacos con la melatonina, que destaca por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Observaron así que la hormona reduce la entrada de células inmunitarias (linfocitos, macrófagos y células dendríticas) al sistema nervioso central, lo que limita la neuroinflamación y con ello la destrucción de la capa de mielina. Y gracias a ello aumenta la eficacia del corticoide, lo que permite bajar hasta en cuatro veces la dosis administrada, además de reducir sus efectos adversos en el 90% de los casos.
Asimismo, las pruebas realizadas confirmaron que la melatonina, por sí sola, puede mejorar la resolución de los brotes de esclerosis múltiple. Y que, si el paciente experimentara una recaída en el futuro, contribuiría a potenciar el efecto de los corticoides cuando vuelvan a administrarse, por lo que volverían a reducirse esas dosis.
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