Reciba nuestro e-letter gratuito

Esta imagen podría pasar a la historia de los supermercados

Compartir

Si a comienzos de verano los melones y las sandías copaban titulares debido a su elevado precio, ahora podrían convertirse de nuevo en noticia por otra cuestión.

Antes de nada, fíjese en esta imagen:

Ver las sandías, pero también los melones, las papayas y otras frutas de cierto tamaño cortadas a la mitad o en cuartos y expuestas en la sección de frutería es algo habitual durante el verano.

Sin embargo, más pronto que tarde podrían pasar a ser poco más que un recuerdo en la historia de los supermercados.

¿Por qué?

Porque desde hace tiempo se viene advirtiendo que esa fórmula puede suponer un riesgo importante de seguridad alimentaria, ya que en determinados casos es compatible con el crecimiento de patógenos como la Salmonella spp., la Escherichia coli verotoxigénica y la Listeria monocytogenes.

El problema es el tiempo

Entendamos bien la cuestión.

En realidad, no hay ningún problema por cortar estas frutas y dejarlas a temperatura ambiente durante un rato. Incluso unas horas (eso sí, bajo ciertas condiciones de luz, humedad ambiente…).

Lo que sucede es que resulta imposible saber cuánto tiempo lleva la fruta cortada y expuesta en la bandeja del supermercado. Y muchos desechan ese formato por este motivo.

Es cierto que parece lo más razonable a fin de evitar el riego de las intoxicaciones alimentarias.

Ahora bien, ¿a qué precio?

Y es que muchas veces esto nos obliga a comprar una pieza de fruta entera, la cual con frecuencia excede la cantidad que necesitamos, asumiendo que quizá se nos estropeará en casa (especialmente cuando una persona vive sola).

¡Si ya están proliferando variedades “mini” e hibridadas de todo tipo para paliar este problema!

Encuentro Artrosis

Además, también en pos de la seguridad alimentaria -y la comodidad de los vendedores- se ha incluido la piña en este grupo de frutas que muchos dejan de ofrecer cortadas, cuando estaría exenta de riesgo de proliferación bacteriana dado que la impiden sus niveles más bajos de pH.

¿Cuánto tiempo puede permanecer a temperatura ambiente la fruta cortada?

Diversas autoridades sanitarias, incluida la FDA americana (siglas en inglés de “Administración de Alimentos y Medicamentos”), avalan que, a temperaturas por debajo de los 25º C y durante un tiempo menor a 3 horas, en un lugar suficientemente ventilado y preservado de luz solar, el riesgo de contaminación bacteriana es mínimo.

Eso sí, siempre que eso vaya seguido de un almacenamiento continuo en refrigeración a una temperatura menor de 5º C, así como que se trate de una fruta no demasiado madura o dañada.

En estas condiciones, usted puede comprar una piza de fruta cortada y llevársela a su casa con total seguridad.

No obstante, dado que cada vez resulta más difícil encontrarla o que accedan a cortarla para uno, quiero darle unos consejos para conseguir que la fruta entera aguante más tiempo en su nevera sin estropearse. Tome buena nota de ellos.

Cómo conservar estas frutas durante más tiempo

  • Si las compra en el supermercado u otro establecimiento similar, pase por la frutería siempre en último lugar, para no pasearlas por toda la tienda exponiéndolas a cambios de temperatura.
  • Si tiene una bolsa refrigeradora o de congelado de sobra, utilícela para llevar la fruta en ella hasta su casa. De este modo evitará variaciones bruscas en su temperatura.
  • Por supuesto, si no va a empezar a comerlas inmediatamente, no elija las piezas más maduras. Eso le dará unos días de margen.

    En ese caso, deberá almacenarlas en un lugar seco, fresco y protegido de la luz solar, así como lejos de otras frutas (y mejor todavía si es sobre un cartón). De este modo conseguirá prolongar al máximo su vida útil.
  • Desde el momento en el que abra la fruta para empezar a comerla, en apenas 3 ó 4 días esta habrá perdido buena parte de su agua. Para evitarlo lo mejor es que pele por completo la cáscara, corte la carne en cubos y los guarde dentro de un recipiente hermético dentro de la nevera.

De ese modo preservará al máximo su sabor y su contenido en agua, mientras que también evitará que la fruta se impregne de otros olores que por lo general inundan la nevera.

Otra opción con la que la fruta puede aguantar mucho más tiempo -aunque personalmente la recomiendo menos porque modifica más la estructura de sus tejidos- es colocar los cubos en una bandeja (evitando que se toquen) y meterlos en el congelador.

Una vez congelados (ojo porque les lleva muy poco tiempo; lo mejor es que haga el primer chequeo a los 10 ó 15 minutos), se introducen en un recipiente hermético (en ese punto no importa que se toquen, pues ya no hay riesgo de que se peguen) y se devuelven al congelador.

De este modo pueden aguantar ¡hasta 6 meses! Para consumirlos bastará con que los descongele o los use para preparar un granizado, por ejemplo.

Fuentes

– “Revista del Comité de la AESAN Científico Nº 35”. AESAN. Madrid, 2022.


Comentarios 1 comentario