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¿Quiere tener más memoria? ¡Haga ejercicio!

¿Qué relación tiene el ejercicio físico con la agilidad mental? Pues mucho, como a ver a continuación.

La investigación científica ha confirmado que seguir buenos hábitos de vida, como por ejemplo hacer ejercicio, tiene un impacto muy positivo sobre la salud en general y la cognitiva en particular.

Por ejemplo, se sabe que tras hacer deporte aumenta el nivel de oxitocina, la conocida como “hormona del bienestar”, lo que hace que casi de manera inmediata nos sintamos más relajados.

Como decimos, este hecho está más que confirmado, gracias a los ensayos en los que se ha monitoreado la actividad cerebral usando sofisticados electroencefalogramas y escáneres.

Ahora bien, nuestro cerebro no solo está activo durante la media hora que suelen durar estas mediciones.

Por ello, un grupo de investigadores finlandeses ha querido averiguar cómo afecta al cerebro esa actividad física (o cualquier otro estímulo, ya sea positivo o negativo) pasadas las horas, los días e incluso las semanas. (1)

Y lo que han descubierto es de lo más curioso.

Memoria: un beneficio que llega hasta dos semanas después

Para averiguar cómo responde el cerebro a los diferentes estímulos, tanto de manera inmediata como pasado cierto tiempo, los investigadores contaron con un único voluntario al que midieron su actividad cerebral durante 5 meses.

Es cierto que la muestra era muy escasa, pero hay que tener en cuenta que se trataba de una investigación poco usual. De hecho, era la primera vez que se registraba la actividad cerebral de una persona durante tanto tiempo. Y para poder hacerlo tuvieron que diseñarse novedosos dispositivos portátiles.

Gracias a ellos pudieron escanear el cerebro del voluntario durante todo el día. Tanto si estaba tumbado (es lo habitual en las pruebas neurológicas), como sentado, andando o incluso corriendo.

Y, ¿qué descubrieron con este exhaustivo seguimiento?

Efectivamente, confirmaron que la actividad cerebral varía dependiendo de los estímulos recibidos a lo largo del día. Y que estas respuestas pueden ser:

  • Positivas. Por ejemplo, cuando se hace ejercicio o se tiene un sueño reparador, lo que hace que aumente el nivel de oxitocina y baje el de cortisol, hormona asociada al estrés.
  • Negativas. Si se sufre insomnio, lo que reduce considerablemente la atención y la capacidad de concentración.

Ahora bien, junto a esa respuesta casi inmediata, los diferentes estímulos también provocan una respuesta tardía por parte del cerebro.

Y dentro de esta reacción de la actividad cerebral a posteriori los investigadores identificaron 2 patrones:

  1. Una respuesta de corto plazo

Es cuando el cerebro responde al estímulo recibido, ya sea positivo o negativo, dentro de los 7 días posteriores al mismo.

A este respecto los investigadores han señalado el nefasto efecto que tiene una mala calidad del sueño sobre nuestra actividad cognitiva. Especialmente sobre la capacidad de concentración.

De esta manera, si por ejemplo hemos dormido mal por la noche y apenas hemos descansado, puede que nos cueste más estar atentos a una conversación, no hoy, sino incluso pasada una semana.

Encuentro Artrosis

  1. Una respuesta de largo plazo

En este caso hablamos de un efecto cognitivo que puede aparecer… ¡hasta 15 días después del estímulo recibido!

Esta es sin duda la conclusión más llamativa del estudio, ya que sugiere efectos mucho más duraderos. Y en este sentido los investigadores han mencionado el gran potencial de la actividad física.

Y es que se dieron cuenta de que las regiones del cerebro que se encargan de la capacidad de memoria siguen estando más activas pasadas hasta dos semanas después de haber hecho ese ejercicio.

Como consecuencia, puede ocurrir por ejemplo que esa sesión tan intensa de ejercicio que realizamos hace dos semanas, hoy haga que nos resulte más sencillo recordar todo lo que tenemos que comprar, sin necesidad de anotarlo en una libreta.

O que de pronto encontremos la solución a ese problema matemático que llevábamos tiempo queriendo resolver, entre muchos otros ejemplos.

En definitiva, la cognición no solo se ve afectada de manera inmediata, sino que también puede beneficiarse de estímulos positivos durante días e incluso semanas.

Y esto es algo que debemos tener muy en cuenta para que los distintos estímulos del día a día no afecten a nuestro bienestar. Porque ya no se trata solo de dormir bien la noche antes de una prueba clave para nuestro futuro, por ejemplo, sino de hacerlo durante toda la semana.

O, tal vez, de hacer ejercicio en las dos semanas previas a ese evento tan importante para estar bien concentrados.

Ahora bien, como puede resultar bastante difícil pensar en los hábitos saludables que debemos hacer días o semanas antes de la fecha señalada… ¿por qué no hacerlos todos días?

Así nos beneficiaremos de ellos hoy, pero también las próximas semanas.

¿Le da pereza hacer ejercicio?

Los beneficios del ejercicio sobre la salud física y mental están fuera de toda duda. Por eso es importante plantearse si hace suficiente ejercicio y cómo aumentarlo.

Si no le gusta practicar ejercicio, los gimnasios le parecen una pesadilla y aunque quiera hacerlo nunca encuentra el momento y siempre tiene algo mejor que hacer… debe ver este vídeo de YouTube que hemos preparado.

Va a descubrir que para aprovechar los beneficios para la salud del ejercicio ni tienes que hacer tanto, ni tiene por qué resultar una tortura. Haga clic aquí y véalo gratis.

Fuentes

  1. Ana María Triana, Juha Salmi, Nicholas Mark et al.: “Longitudinal single-subject neuroimaging study reveals effects of daily environmental, physiological, and lifestyle factors on functional brain connectivity”. Plos Biology. 2024.

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