Cuando a una mujer menopáusica o premenopáusica el médico le receta un tratamiento con hormonas, no es extraño que se eche a temblar.
Quizá se plantee a sí misma algo así como: “¿Hormonas? ¿Esas mismas que causan cáncer de mama, ovarios, ictus y embolias a las mujeres que las toman?”
La mala fama de los tratamientos hormonales no es injustificada. De hecho, echando un poco la vista atrás, coincidirá conmigo en que es uno de los mayores abusos de las empresas farmacéuticas, un atentado en toda regla contra la salud de las mujeres con la complicidad de quienes tenían que haber velado por ella. Tan claro como eso.
Fue a comienzos de los años 60, en Estados Unidos, cuando los laboratorios farmacéuticos americanos comenzaron a promover el uso de hormonas sintéticas (estrógenos) para las mujeres a partir de los 50 años. Les prometían acabar con los sofocos y las demás molestias asociadas a esa fase de la vida, y también algo parecido a la “eterna juventud”.
Cuando en 1975 se hizo evidente que el riesgo de sufrir cáncer de endometrio se multiplicaba por 7,6 en las mujeres que tomaban esos compuestos, se dejaron de recetar. (1)
La industria farmacéutica contraatacó entonces con una fórmula “mejorada” que combinaba estrógenos y progesterona sintéticos. Y volvieron a venderse como churros.
Hasta que ya entrado el siglo XXI, dos grandes estudios, uno americano y otro británico, confirmaron los antiguos temores respecto a la relación entre las terapias que se recetaban y el cáncer de mama e hicieron que el miedo se apoderara de las mujeres (2) (3).
¿Qué demonios contenían esos combinados (¡que siguen siendo el tratamiento hormonal estándar en Estados Unidos y siguen utilizándose en España y otras partes del mundo!) para que tuvieran esos efectos tan desastrosos? Pues por simplificar, debe saber que pretenden sustituir a las hormonas que las mujeres han dejado de producir por el paso de los años, con “cosas” que no tienen nada que ver con las hormonas humanas. ¿Y qué son esas “cosas”?:
Aquí en España hubo estudios que atribuyeron a ese tratamiento 16.000 casos adicionales de cáncer de mama al año y efectos adicionales tales como que 6.000 mujeres sufrieran ictus y 8.000 un tromboembolismo pulmonar como consecuencia directa del tratamiento. (4)
Después de leer todo lo anterior, quizá piense si hoy día tiene sentido hacer caso a su médico cuando le plantee algún tratamiento hormonal.
Mi opinión personal y mi recomendación a las mujeres que sufren malestar en la menopausia (y aunque le sorprenda leerla) es que sí, siempre que se cumplan los siguientes requisitos:
Lo importante es contar con la información necesaria para participar junto a su médico en la decisión más conveniente en su caso concreto. Pero debe saber que aparte de los tratamientos hormonales, hay algunas soluciones naturales que pueden ayudarle.
El informe especial que hemos elaborado trata sobre la menopausia y le proporciona toda la información, los datos y las pautas que necesita para permitirle tomar decisiones acertadas respecto a su propia salud. Y eso incluye conocer las terapias hormonales disponibles, pero también (y sobre todo) todas las soluciones naturales que tiene a su alcance para hacer frente a cada molestia que puede darse en la menopausia (como los sofocos, los cambios de humor, el desinterés por el sexo, la irritabilidad, el insomnio, los cambios en su figura por el diferente reparto de las grasas corporales…).
Así, en este Dossier encontrará también las pautas de alimentación y de complementos alimenticios adecuados para combatir los síntomas anteriores, así como un repaso a todos los hábitos de vida que pueden ayudarle de verdad.
Si usted se acerca a la menopausia le interesa mucho comprender esta fase de su vida que se aproxima. Y si ya está inmersa en ella y está repercutiendo en su calidad de vida (las estadísticas dicen que esto ocurre en dos de cada tres mujeres), razón de más para no perder ni un minuto y empezar a leer a fondo este informe sobre la menopausia.
Recibirá completamente gratis el Dossier «Vivir bien con la menopausia», con toda la información que necesita, como regalo extra junto a su suscripción a Los Dossiers de Salud, Nutrición y Bienestar. Consígalo ahora en este enlace.
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¿Ha llegado usted ya a la menopausia? ¿Está siguiendo algún tratamiento hormonal sustitutorio? ¿Qué le está costando más afrontar? Si aún no ha llegado, pero ya la ve próxima, ¿qué es lo que qué más le preocupa de esta etapa? Le invito a compartir sus comentarios con el resto de lectores de saludnutriciónbienestar un poco más abajo.
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Hola.
Tengo que contar mi experiencia. Tengo 56 años y todavía tengo la regla. Sólo me faltó el mes de mayo del año pasado y también en mayo de este año.
Tengo síntomas de menopausia desde hace dos años. Calor nocturno (mucho), el cuerpo me estaba cambiando. Sobre la irritabilidad, no sé; en realidad siempre fui un poco irritable. El deseo sexual y el sueño no lo tengo desde hace muuuuucho tiempo. El médico me decía que era por estrés.
Bueno, pues desde hace dos meses estoy tomando Ymea menopausia; es un producto natural. (Tengo que aclarar que no tengo nada que ver con esa empresa), me puse a régimen y ahora ya no tengo esa sudoración nocturna (nunca tuve sofocos). Bajé 5 kgr. y puedo decir que estoy estupenda. No sé cuanto me puede durar esto, pero estoy muy contenta.
Muchas gracias por todas las informacioones que ustedes nos dan a cerca de la salud.
Hola tengo 53 años y tengo la menopausia de los 45 años mi problema es que tengo y sonio que me recomiendan. Y soy fumadora.
Saludo
Hola María Xosé. podrías decirme donde conseguiste el producto Ymea menopausia, me parece que lo mejor es probar con un producto natural.
Gracias…
Hola, les agradezco esta información tan interesante.
Tengo 48 años y ya estoy en la menopausia. Quizá haya sido prematura pero creo que no hay una edad definida para la llegada a este estadio tan incomodo e incluso molesto para una mujer: sofocos, irritabilidad, inapetencia sexual, insomnio e incluso taquicardia. Todo un lote que más bien parece un castigo. Amen de los cambios corporales.
Solo nos queda no perder el buen humor y el amor a la vida. Equilibrar nuestra alimentación y realizar algún ejercicio físico que nos guste para sentirnos ágiles. Y de cara por la vida!!
Ánimo a todas las que paséis por este trance.
He llegado a la menopausia cuando «tocaba», ya que veo que hay mujeres más jóvenes que yo o relativamente jóvenes, que también están en esta situación.
Personalmente, lo que he llevado peor es… TODO!!!
Siento a mi cuerpo como un extraño porque sus reacciones ya no son las de antes: los sofocos, la angustia, la irritación, el insomnio, el volumen corporal (por mucho que cuide la alimentación), la pérdida de masa muscular, ausencia de libido…
Aún así procuro vivirlo lo mejor que puedo y cuidarme lo máximo con complementos naturales y ejercicio.
Muchas gracias por estos artículos que aportan tanta información interesante y aplicable en la práctica.
Mi hija tiene un problema de testosterona alta y de hirsuto y tiene 34 años, estan los médicos mirando y me da panico que la manden hormonas. Por parte de la familia de su padre, con el mismo problema las mujeres han fallecido de cáncer o de infartos.
¿Alguien podría darme una ayuda sobre este tema?
Gracias
Isabel
Hola, yo llevo con la menopausia desde los 44 años, después de probar muchas cosas, un naturista me dio Hypophysine 30 ch, sigo teniendo sofocos, pero mucho menos, son pastillas de homeopatía, tomo 4 por la mañana y 4 por la noche, solo hay qué chuparlas, son muy pequeñas y saben bien.
Hola!!
Tengo 53 años y llevo con menopausia 5 años. Se elevó la tensión, el azúcar en sangre, el peso, sofocos, etc. Y he dado con la solución a todo: con homeopatía, licopodium, lachesis, glonoinumn, y nux vomica. Estoy estupenda y encantada.
Durante 5 años y medio estuve con tratamiento hormonado (progesterona y estradiol) para evitar los sofocos y fueron para mí, unos años de calidad de vida. Ahora tras 6 años, vuelvo a los sofocos y es horrible. No hay nada, absolutamente nada para evitarlos, solo el tratamiento hormonado. Si lo hubiera, sería muy costoso y solo para quien lo pudiese adquirir.