Estudios previos ya habían confirmado que vivir en entornos naturales ayudaba a prevenir el deterioro cognitivo, entre otros efectos positivos. Ahora, una nueva investigación(1) añade otro beneficio: reduce el riesgo de síndrome metabólico (caracterizado por un gran perímetro de cintura -más de 102 cm en el hombre y más de 88 cm en la mujer-, alto nivel de lípidos en sangre e hipertensión) incluso en personas mayores.
Esta conclusión se ha obtenido tras realizar un seguimiento durante 14 años a más de 6.000 personas de entre 45 y 69 años. Les realizaron análisis de sangre, se midió su presión arterial y perímetro de cintura y, por último, se observó cuánta vegetación había cerca del domicilio de cada participante.
Pudo confirmarse así que vivir cerca de espacios verdes ayuda a prevenir el síndrome metabólico, siendo la explicación de esta relación bastante lógica: los vecinos de estos barrios tienen más probabilidades de realizar actividades físicas a diario, además de vivir en zonas libres de contaminación atmosférica, evitando así este importante factor de riesgo de síndrome metabólico.
Fuentes:
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