Fragmentos de microplásticos en placentas de mujeres tras dar a luz. Esta fue la desagradable sorpresa con la que se encontraron unos investigadores italianos que querían analizar la presencia real de estos tóxicos y sus consecuencias para la salud(1). Y es que, aunque intuían que podría haber restos en algunos casos, el panorama ha resultado ser mucho más desolador de lo que imaginaban.
En concreto se identificaron micropartículas (de un tamaño inferior a 5 mm) de polipropileno pigmentado, un material empleado en pinturas, adhesivos, cosméticos y productos para el cuidado personal. Además, se localizaron en todos los niveles del tejido placentario (en la zona fetal y materna, así como en las membranas corioamnióticas), lo que confirma que esos tóxicos, como ocurre con otras sustancias exógenas, pueden llegar a lo más profundo del organismo en etapas muy tempranas de la vida.
Así, ya se sabía que los microplásticos podían acabar en algunos tejidos del organismo, pero este es el primer estudio que confirma su presencia también en la placenta humana, lo que puede causar graves problemas de salud no solo para la madre, sino también para el bebé: retraso en el crecimiento, trastornos metabólicos y reproductivos o un peor sistema inmunitario.
Consejo de Salud en 1 Minuto: Como ha leído, la presencia de plásticos en el entorno y sus consecuentes problemas para la salud es aún más grave de lo que se temía. De ahí la importancia de hacer todo lo que esté en su mano para reducirlos en todo lo posible. ¿Cómo? Le damos algunos consejos en el siguiente texto.
Fuentes:
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