Estas son las sorprendentes conclusiones que se han obtenido de un estudio que ha contado con 7.238 personas y a las que se realizó un seguimiento de su presión arterial entre los años 1964 y 1973, y a los que años después se les volvió a estudiar.
Se constató así que a los 30 años el 22% de los participantes tenía hipertensión (31% de hombres y 14% de mujeres), pero que esos porcentajes cambiaban cuando cumplieron los 40 años ya que, aunque nuevamente el 22% de los participantes tenía una presión arterial alta, en esta ocasión afectaba al 25% de los hombres y al 18% de las mujeres. Es decir, que a medida que envejecían aumentaba el riesgo de presión alta entre las mujeres, mientras que en los hombres disminuía.
Comenzó entonces la segunda fase del estudio, en la que se realizó un nuevo seguimiento que duró 15 años para ver cuántos participantes desarrollaban demencia.
Al comparar los resultados obtenidos en ambas fases del estudio las conclusiones que obtuvieron fueron que aquellas mujeres que con 40 años tenían hipertensión, tenían un 73% más de probabilidades de desarrollar demencia, en comparación con las mujeres que habían tenido una presión arterial adecuada durante los 30 y 40 años.
Fuente: Neurology. Rachel A. Whitmer, PhD, Kaiser Permanente Division of Research, Oakland, California.
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