La música (tocarla y escucharla) puede retrasar el deterioro cognitivo al estimular la producción de materia gris en el cerebro. Así lo documenta un estudio publicado en NeuroImage: Reports con más de 100 jubilados(2). A estas personas, que nunca antes habían utilizado un instrumento, se les inscribió en un curso de música durante seis meses.
Pasado ese tiempo, en el que tocaron diversos instrumentos e interpretaron numerosos estilos musicales, las neuroimágenes revelaron un aumento de la materia gris. Este crecimiento se dio en cuatro regiones cerebrales implicadas en el funcionamiento cognitivo de alto nivel y en todos los participantes. También en las zonas del cerebelo responsables de la memoria de trabajo.
Asimismo, los investigadores descubrieron que la cantidad de entrenamiento diario, el número de lecciones seguidas e incluso la calidad del sueño repercutían de manera positiva en el grado de mejora del rendimiento cerebral.
Los autores del trabajo explican que no se puede concluir que las intervenciones musicales rejuvenezcan el cerebro, pero sí que previenen el envejecimiento en regiones específicas del órgano.
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