5-ALA (ácido 5-aminolevulínico) es el nuevo aliado a la hora de luchar contra el glioblastoma, un tumor cerebral muy agresivo y letal. Pero lo curioso es que se trata de un viejo conocido de la oncología, ya que es un “agente de contraste”. Es decir, es una molécula fotosensibilizante (se activa cuando se le aplica cierta luz) que ayuda a marcar y diferenciar las células cancerígenas de las sanas, para así extirpar el tumor en las cirugías.
Pues bien, varios grupos de investigadores españoles(1) han descubierto que si se aplica 5-ALA sobre células cancerosas y luego esta molécula es sometida a luz roja o blanca (en lugar de a luz violeta, que es la que se emplea durante las intervenciones quirúrgicas), la molécula reacciona de un modo muy distinto: en lugar de resaltar las células cancerígenas, genera agentes oxidantes que producen una necrosis y apoptosis (muerte programada) de esas células malignas. Y además favorece una mayor respuesta por parte del sistema inmunitario.
Las pruebas realizadas hasta la fecha, de momento en animales, han confirmado que esta terapia fotodinámica es muy efectiva, además de selectiva, ya que en ningún momento afecta a las células sanas.
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