Un grupo de investigadores españoles(1) ha desarrollado un novedoso compuesto antimicrobiano capaz de evitar la resistencia de algunas bacterias tan dañinas como la Escherichia coli y la Staphylococcis aurus, entra otras. Además, destaca por su capacidad adherente, por lo que puede utilizarse en distintas superficies, y es biocompatible y muy estable a largo plazo, incluso en condiciones ambientales muy húmedas. Todo ello hace que aumenten sus potenciales usos, sobre todo en el ámbito hospitalario.
De este modo, podría emplearse para crear ropa de cama, mascarillas, guantes y vendajes para suturas y heridas, pero también para revestir el instrumental quirúrgico y que no haya riesgo de infecciones. Incluso para prótesis de cadera o de rodilla que puedan usarse de por vida sin riesgo.
Aunque lo más llamativo de este compuesto es su origen, ya que está inspirado en los filamentos que recubren a los mejillones. Y es que a los investigadores les sorprendió su capacidad adherente, capaz de soportar la salinidad de las rocas a las que se pega este molusco. Y tras analizar sus filamentos para identificar su principal componente, el catecol, pudieron replicarlo de manera sintética. Además, este compuesto tiene la ventaja de que puede producirse a escala industrial y sin un gasto excesivo.
Sin duda, se trata de una gran ayuda frente a la creciente amenaza de las bacterias multirresistentes, que además vuelve a confirmar que la Naturaleza es la mejor guía a la hora de desarrollar herramientas indispensables para la humanidad. Aquí puede conocer unos cuantos ejemplos más. ¡Seguro que le sorprenden!
1. Jose Bolaños-Cardet, Daniel Ruiz-Molina, Victor J. Yuste, Salvio Suárez-García: “Bioinspired phenol-based coatings for medical fabrics against antimicrobial resistance”. Chemical Engineering Journal. 2024.
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