El análisis realizado a nivel mundial para confirmar la presencia de pesticidas en la miel ha obtenido unos resultados muy preocupantes: de 198 muestras de miel procedentes de los cinco continentes, en el 75% de ellas se detectó la presencia de neonicotinoides, pesticida muy común y que cada vez se está poniendo más en tela de juicio.
Los neonicotinoides son un tipo de pesticidas sistémicos basados en la nicotina que se aplica a las semillas y que, a medida que la planta crece, se va extendiendo por sus flores y frutos para que afecte al sistema nervioso de los invertebrados que se alimentan de ellas, aunque en principio resulta inocuo para las personas.
No obstante, los resultados obtenidos siguen siendo alarmantes: el 75% de las muestras examinadas contenía trazas de al menos un tipo de neonicotinoides, casi el 50% contaba con dos o más de estos pesticidas, y en los casos más extremos, que corresponde al 10%, había restos de cuatro o cinco tipos distintos.
Debido a estos cócteles resulta imposible conocer el impacto real que tienen los neonicotinoides sobre las personas. Y además, aunque las concentraciones de estos neonicotinoides están por debajo de los límites aceptados para el consumo humano (de media 1,8 nanogramos por gramo de miel), esa concentración sí podría estar afectando a las abejas. Por ejemplo, podrían provocar graves problemas en su función cerebral y afectar a su capacidad para polinizar las flores.
A este respecto son varios los estudios que ya han relacionado estos pesticidas con la disminución del número de colonias de abejas, motivo por el que se ha sugerido su prohibición total. De momento en países como Francia ya se ha prohibido, mientras que en España se está estudiando esta opción.
Fuente: E. A. D. Mitchell, B. Mulhauser, M. Mulot, A. Mutabazi3, G. Glauser, A. Aebi: “A worldwide survey of neonicotinoids in honey”. Science. Octubre 2017.
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