¿Se imagina que pudiera usarse la piel para reconstruir vasos sanguíneos dañados? Pues según el equipo de investigadores de la Universidad de Illinois (Chicago), esto es posible gracias a un “interruptor molecular” que permite transformar las células de la piel en aquellas que componen los vasos sanguíneos.
La principal aplicación de este “interruptor” sería la de reparar los vasos sanguíneos que están dañados como consecuencia de enfermedades del corazón, pero también para crear directamente una vasculatura en el laboratorio; la distribución de los vasos sanguíneos que conforman un órgano o tejido.
Además, la técnica empleada para convertir las células cutáneas en sanguíneas también permite aumentar los niveles de una enzima responsable de mantener las células jóvenes, lo que ayudaría a retrasar el proceso de envejecimiento que las células sufren durante el proceso de cultivo en laboratorio, que era el método que se venía aplicando hasta ahora para reparar los vasos sanguíneos.
Fuente: «SOX17 Regulates Conversion of Human Fibroblasts into Endothelial Cells and Erythroblasts via De-Differentiation into CD34+ Progenitor Cells». Lianghui Zhang, Ankit Jambusaria, Zhigang Hong, Glenn Marsboom, Peter T. Toth, Brittney-Shea Herbert, Asrar B. Malik, Jalees Rehman. Abril 2017.
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