He de reconocer que, si hubiera encontrado este extraño limón en mi frutero sin haber oído antes hablar de él, lo habría tirado a la basura sin pensarlo, creyendo que estaba pasado.
Sin embargo, lejos de estar podrido, ¡es un producto único!
Grandes cocineros y pasteleros están fascinados con esta fruta y la utilizan para realzar sus platos.
Y es que, al igual que sucede con el ajo negro, su color no significa que ya no sea comestible. Todo lo contrario: ofrece sabores únicos. Y no solo eso.
De hecho, aunque acabe de llegar a nuestras cocinas en realidad lleva usándose desde los albores de los tiempos en medicina china, dado que como mínimo posee las mismas propiedades beneficiosas que la lima (Citrus × aurantifolia) o el limón persa (Citrus × latifolia) -luego entenderá bien por qué-.
Es decir, que este fruto: (1) (2)
Y otra función nada desdeñable: estimula activamente el sistema inmunológico.
Pero estas no son las únicas propiedades de este gran aliado, cuya identidad está a punto de conocer…
También conocido como “limón seco de Irán” o “loomi”, el limón negro es un condimento tradicional en la cocina persa y del Medio Oriente.
Se utiliza en multitud de platos como guisos, sopas o en salsas. Y asimismo también sirve como base para numerosas mezclas de especias.
En esencia no es otra cosa que una lima clásica que, una vez seca, se vuelve negra. De hecho, su pulpa además de negra también se queda quebradiza.
En ese momento la lima pasa a ser un loomi, que resulta muy ligero y se puede comer de varias formas: entero, en trozos o molido.
Y ¿qué hay del sabor? Pues… ¡no se parece a nada en el mundo!
El secado aumenta hasta ¡10 veces! su sabor cítrico. Por eso, si lo lleva hacia su nariz inmediatamente obtendrá el aroma fresco de las limas… pero 1.000 veces más potente.
Una vez triturado desprende aromas dulces, ligeramente ahumados y fermentados. Y lo mejor es que en la boca estos cítricos resultan fragantes y apenas ácidos.
Es decir, que liberan una frescura asombrosa con un segundo sabor más profundo que recuerda a la fermentación. Solo la corteza y las semillas pueden resultar demasiado amargas cuando se comen solas.
No es una coincidencia que el loomi sea considerado un remedio tan valioso por la Medicina Tradicional China (MTC). Sin embargo, existen pocos estudios científicos al respecto.
En cualquier caso, sí se conocen algunas pistas sobre sus efectos beneficiosos sobre el correcto funcionamiento del organismo. (3)
Como todos los cítricos, el limón negro es un concentrado de vitamina C y un poderoso antioxidante. Pero su particularidad es que conserva mejor las vitaminas que contiene. Por tanto, permite que el sistema inmunológico sea más eficiente.
También combatiría hasta una veintena de gérmenes y, si encima se asocia con propóleo, se convierte en un cítrico antiviral muy efectivo. (4)
El loomi es bueno para el músculo cardíaco porque contiene flavonoides. En este sentido, varios estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo regular de flavonoides de cítricos reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular. Y asimismo se ha probado que también mejoran la vasodilatación coronaria y reducen la presión arterial. (5)
Puede aliviar varios problemas estomacales como dolores de estómago, estreñimiento o diarrea. Pero no solo eso, sino que también actúa como un limpiador natural para el sistema digestivo.
Al igual que otros cítricos, el limón negro estimula la producción de bilis y ejerce una acción desintoxicante (de hecho, participa en la eliminación de las toxinas acumuladas en el hígado).
Varios estudios han demostrado que el consumo de frutas cítricas, incluida esta, ayudaría a prevenir ciertos tipos de cáncer como el de boca, de estómago o de colon. (6) (7)
El loomi contiene riboflavina (vitamina B2), sustancia necesaria para la fabricación de muchas enzimas y excelente para el sistema nervioso. Es decir, que en definitiva gracias a él usted será más productivo.
El método más sencillo para conseguir limones negros es dejar secar las limas a la luz solar directa durante varias semanas.
Eso sí, algunas personas prefieren hervirlas en agua con sal antes de secarlas para que los limones negros sean menos ácidos.
Una vez que están completamente secas, el color de su piel variará entre ocre y negro. ¡Listo! Ya solo será cuestión de que empiece a añadir sus limones negros a los platos que prepare.
Como se puede comer tanto entero como en polvo, permite múltiples usos culinarios. Personalmente le recomiendo que empiece usándolo molido, ya que le resultará más fácil de integrar en las recetas.
Una o dos cucharaditas son suficientes para condimentar cualquier preparación: sopas, salsas, adobos, guisos, verduras, legumbres e incluso rellenos. Y también va muy bien con todos los mariscos (vieiras, ostras, todos los pescados…) y carnes blancas.
Asimismo, en polvo también queda delicioso en postres, aportando un toque ácido a los pasteles clásicos (tartas de yogur, de manzana, bizcochos, galletas…).
Y si le plantea dudas cómo reducir un limón negro entero a polvo, no se inquiete; ¡es lo más fácil que hay! Solo tiene que pelarlo y cortarlo por la mitad para extraer las semillas. Después muélalo en una batidora o molinillo hasta obtener un polvo fino.
Por su parte, para usarlo entero o en trozos conviene rehidratarlo. Tampoco es complejo este proceso: basta con que después de limpiar los limones les haga agujeritos y los meta en una salsa o agua de cocción.
Entero, como ha visto, tendrá un sabor mucho más pronunciado.
En Irak de hecho lo utilizan de esa forma en una deliciosa receta de bebida caliente, el “chaï noomi basra” o “chaï hamudh”, que comparto aquí con usted por si se anima a probarla.
Se prepara de la siguiente forma: se hierve agua, se le agregan 2 limones negros enteros y perforados y se deja infusionar durante 20 minutos. Después se cuela la bebida y se le añade 1 cucharada de miel. ¡Listo para tomar!
¡A su salud!
Fuentes:
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