“Una mañana entro en el gabinete de Michel Ginoulhac, un profesional de Rolfing con 42 años de experiencia. El Dr. Ginoulhac anota la razón de mi consulta, me entrevista sobre mi pasado médico y después me muestra algunas fotos de pacientes de espaldas antes y después de 10 sesiones de Rolfing.
Algunas imágenes son realmente impresionantes. Las siluetas, colapsadas en un principio, se enderezan. De espaldas, una sexagenaria muestra la silueta rejuvenecida de una chica de 20 años.
Después de una sesión de fotos en ropa interior, comienza el tratamiento. Estoy acostado boca arriba en una camilla de masaje y el terapeuta coloca sus manos en las áreas implicadas en mi respiración: espacios intercostales, cuello, trapecios, hombros, dorsales y omóplatos…”.
Así arranca la experiencia en primera persona de un paciente de Rolfing en su sesión inicial.
No es un paciente desconocido para mí, sino alguien en quien confío especialmente. Si me dice que el Rolfing funciona, le creo; del mismo modo que lo hubiera tenido por una terapia menor si fuese eso lo que me hubiera dicho.
Porque quien así narra su primera experiencia con el Rolfing es alguien muy cercano a mí y a todo nuestro equipo, pues se trata del cronista Emmanuel Duquoc, quien todos los meses se encarga de experimentar en primera persona técnicas y terapias naturales de todo tipo para contárselo a los lectores de Salud AlterNatura.
Es algo así como nuestro “conejillo de indias”, con la particularidad de que tiene amplios conocimientos de salud y es tremendamente crítico a la vez que sincero con todo lo que prueba.
La “Structural Integration”, más tarde rebautizada como “Rolfing”, se basa en la remodelación de la envoltura de los músculos y órganos por parte de un terapeuta para que el cuerpo recupere su estructura ideal. Tras este proceso, las antiguas tensiones se liberan, lo que permite el renacer de la energía y una expresión más consolidada de uno mismo.
Por preservar la identidad de los pacientes, no voy a reproducir aquí las fotografías del “antes” y el “después”, pero este sería en esencia el resultado tras diez sesiones de esta terapia.
La hipótesis en la que se fundamenta el Rolfing es que los acontecimientos físicos y emocionales estresantes crean tensiones musculares que descompensan el cuerpo, haciendo que éste abandone su eje vertical original.
Este problema postural sería el origen de dolencias tan diversas como la falta de energía, el cansancio, el estrés, el malestar, el dolor crónico…
Pero por fortuna un “rolfer” profesional es capaz de liberar esas tensiones existentes dirigiéndose directamente a las fascias, los envoltorios de los músculos y órganos, para ayudar al cuerpo a reorganizarse.
“Usando el peso de su cuerpo, Michel Ginoulhac hundía literalmente las manos en mis fibras musculares como si tratara de separarlas. Continuó masajeando mis entrañas, usando todo su peso en un área que se resistía, mientras emitía un sonoro suspiro” -continúa mi compañero Emmanuel narrando su primera sesión de Rolfing– “La presión aumentó de nuevo. Ginoulhac descubrió una a una mis adherencias, insistiendo en las partes más obturadas, como un escultor modelando una estatua”.
No puedo desvelarle más (podrá leer la experiencia completa en el nuevo número de Salud AlterNatura), pero le aseguro que leer su crónica es casi como estarla viviendo.
Y basta decir que tras esa primera sesión continuó el tratamiento.
Para comprender completamente la acción del Rolfing es necesario entender que el tejido conectivo es el que determina la forma del cuerpo. A partir de las fibras musculares que lo recubren, éste se organiza en fascias profundas, envolturas de órganos y fascias superficiales. Distribuidas en red, estas fascias constituyen una trama ininterrumpida que permite la distribución de tensiones en todo el organismo. Y, como resultado, una fuerza aplicada en un punto de esta red se distribuye por toda la estructura.
El lado positivo es que el cuerpo se vuelve extremadamente sólido y resistente a los golpes. La desventaja es que, debido a la plasticidad de este tejido -es decir, su propensión a conservar las deformaciones mecánicas sin romperse- repetidas posiciones incorrectas (ligadas al mobiliario moderno o al uso de zapatos de tacón alto, por ejemplo) se inscriben en el cuerpo en forma de posturas incorrectas, con el tiempo incluso dolorosas.
La salud no consiste sólo en ir al médico y tomar medicamentos. Eso lo sabemos bien y usted también es consciente.
Existen infinidad de terapias y tratamientos completamente naturales que pueden ser de grandísima ayuda. Como la osteopatía, el Qi Gong, la quiropraxia, la terapia Gelstalt (psicología de influencia oriental basada en el autoapoyo) o el propio Rolfing, entre otras muchas. ¿Quién le habla de ellas?
Cualquier nueva solución, cualquier tratamiento simple y natural que resulte eficaz se considera de primeras una “amenaza” para el sistema, al igual que sucede con los coches eléctricos para la industria petrolera o la energía solar para las centrales de carbón.
Poco importa que estos tratamientos sean el futuro de la humanidad.
Por eso creemos que es imprescindible que usted conozca todo lo que la medicina natural puede hacer por su salud y darle a conocer esas otras terapias que tiene a su alcance. E incluso las probamos en primera persona si hace falta para que usted las conozca mejor, como ha visto.
Esa es la razón de ser de nuestra publicación Salud AlterNatura: que usted esté al tanto de todo lo que ni su médico le va a contar ni va a encontrar en ningún otro sitio. Y darle la información completa y documentada para que usted tenga su propio criterio y tome sus propias decisiones, para que no tenga que limitarse a ir al ambulatorio a por sus recetas de medicamentos como única alternativa para su salud.
Porque el camino hacia la buena salud no es uno solo, sino muchos, y usted tiene todo el derecho a recorrerlos.
Ahora tiene la oportunidad de descubrir todos estos remedios y juzgar por usted mismo. Empezando por conocer más a fondo el Rolfing, una terapia minoritaria aún en nuestro país pero que cuenta con muchos pacientes en otros lugares del mundo.
Pero antes me gustaría avanzarle otros temas apasionantes sobre los que podrá leer en el nuevo número de Salud AlterNatura que recibirá si se suscribe ahora:
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Todo este conocimiento es rechazado sistemáticamente y enterrado en los subsuelos.
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