Las personas con un alto factor de riesgo genético de desarrollar demencia en el futuro pueden reducir esas probabilidades hasta en un 32%. ¿Cómo? Pues simplemente adoptando un estilo de vida más saludable, haciendo ejercicio a diario y evitando el tabaco y el alcohol.
Esta es la conclusión de una investigación(1) que ha contado con 196.383 mayores de 60 años que fueron divididos en 3 grupos según su riesgo genético de demencia: alto, medio o bajo.
Estos resultados son cuando menos esperanzadores, pues demuestran que, incluso en el caso de que existan factores que no se pueden modificar, como es el caso de los antecedentes familiares, sí se puede actuar para al menos reducir el riesgo.
Fuentes:
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