¿Le gusta estar consigo mismo? Quizás la pregunta le sorprenda, puede que ni siquiera se la haya planteado nunca… pero conocer la respuesta es fundamental para combatir ciertos temores como el miedo al rechazo o a la soledad.
Porque si a alguien no le gusta estar consigo mismo, difícilmente a los demás podrá gustarle estar con esa persona.
Esto tiene mucho que ver con el deseo de reconocimiento que todos tenemos y con sentirse solo o rechazado cuando no se consigue el afecto y el aprecio de otras personas. Y si en su vida actual se dan esos sentimientos tan frustrantes probablemente se deba a que no presta la atención adecuada al tipo de amor más importante: el amor por uno mismo.
Piense en esas parejas, familiares o amigos íntimos entre los que se adivina una bonita “simbiosis”, de tal manera que cuando uno está feliz o triste el otro parece sentirse también así.
Pues bien, si esas personas comparten sus sentimientos, sus vidas, de manera tan profunda es porque realmente se aprecian. Y ese aprecio se debe en gran parte a que se sienten agradecidos por contar con una compañía enriquecedora. Porque esa otra persona tiene mucho que ofrecer.
Dicho esto, piense ahora qué puede ofrecer usted a los demás. Si nada o casi nada se le viene a la cabeza, le aconsejo que trabaje en ello. Verá como entonces las cosas cambian y la actitud de los demás frente a usted será diferente. Pero sobre todo cambiará, y para bien, la propia consideración que usted tiene de sí mismo, puesto que crecerá como persona.
Para que los demás le aprecien y le valoren, debe empezar por quererse más. En definitiva, cuidarse más, ocuparse más y mejor de su propia vida, cuidarse y tratar de encontrarse bien con usted mismo. Piense, por ejemplo, en dedicar tiempo a algún hobby o actividad que siempre haya querido practicar (¡se acabaron las excusas para no hacerlo!) Haga ejercicio para que las endorfinas le permitan sonreír más, dese algún capricho sano, manténgase informado y reflexione sobre temas de actualidad para poder aportar su propia opinión…
Al enfocarse en actividades que le interesen le dará un nuevo sentido a su vida, un sentido que ya no dependerá de lo que espera de los otros, apreciando al fin su propia compañía e incluso sus momentos de soledad. Entonces respirará paz y bienestar y sus relaciones con los demás se verán reforzadas.
Todos somos quienes somos, pero luego está lo que podríamos llegar a ser. Para conseguir lo segundo hay que trabajar los defectos y potenciar las cualidades y quizás incluso algún talento o don que puede haber permanecido dormido.
Lo difícil es ponerse en marcha, comenzar a moverse y asumir que el proceso puede llevar tiempo, que cada uno tiene un ritmo distinto (¡no se compare con nadie!) y que no hay que agobiarse por el resultado final. Lo importante es disfrutar del camino.
La buena noticia es que cada vez que dé un paso adelante en dirección hacia lo que quiere mejorará su proyección hacia los demás. Y no hace falta que se convierta en un ser excepcional para que otros empiecen a acercarse a usted con el objetivo de compartir la vida que usted ha construido. Es suficiente con que trate de ser cada día un poquito mejor (mejor persona, mejor pintor, mejor conversador, mejor jardinero… ¡usted elige!).
Verá como poco a poco la gente comienza a verle con otros ojos, con esa mirada de aprecio que tan bien sienta. Le miran así porque usted es auténtico, único.
Y, lo mejor de todo, verá como cada vez siente menos necesidad de los demás y menos miedo de que le rechacen o abandonen. Al contrario, será un ejemplo para los demás.
¿En qué situación se encuentra usted? ¿Siente que los demás le aprecian y valoran? ¿Cree que puede hacer algo para sentirse más realizado? Comparta su opinión con los demás lectores de Tener S@lud dejando un comentario más abajo.
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En una situación devastadora. Vivo en un lugar que no me pertenece y estoy anclada aquí. Vivo sola y no tengo ni un amigo, aquí donde vivo. Tampoco quiero. Ya me han demostrado quiénes son.
Estoy y me siento sola desde hace muchos años.
Muchas gracias por querer ayudar. Salud.
Yo me siento bien y tengo mucho conocimiento del que considero que se aprovechan de mí. Tengo mucha enfermedad de la que la gente no me ve, aunque me siento cansada. En la sociedad en la que vivimos hay mucha maldad. A mí me da igual ir sin pelo a causa de la quimioterapia, pero ves que la gente se retira u otra te tiene lástima. Por muy buena y fuerte que una sea, es difícil la vida social.
Mi peor padecimiento es la soledad.
En el artículo que publican se hace relación a personas acompañadas, con mayor o menor autoestima. En estos casos, mejorar determinados aspectos puede ampliar el grado de aceptación de quienes rodean a esta persona y puede ganar más afecto de sus allegados.
Sentirse bien estando consigo mismo es verdaderamente muy difícil cuando la soledad es crónica.
Soy feliz y me siento amada.
Su publicación apenas me ayuda. Su productos no me hacen nada pero sigo leyendo, igual algún día hay suerte.
La verdad es que la soledad no me gusta. No creo que le guste a los demás, pero el tiempo dirá.
Hola,
Pues es difícil hoy en día que nadie aprecie, pero no obstante sí sirve y siempre se nota, además por uno mismo… Lo ideal es encontrar gente similar, con ganas de crecer y empatía.
Un saludo, es un tema muy interesante.
Hola. En contestación a lo referente quisiera dar mi opinión. Yo estoy experimentando que me quiero a mí mismo y me cuido y perdono a mí mismo. Con la gente soy muy interesado por su salud y cuanto más ayudo más me atacan. Son como una manada, solo algunos se dejan ayudar.
Según mi experiencia todo está en el nivel de vibración de cada persona. Es decir, si una persona vibra en el nivel 7, por poner un número, cuando se cruza con otra persona del nivel 4, por ejemplo, la diferencia de conciencia hace chocar sus energías, por eso por mucho que queramos ayudar a ciertas personas de baja vibración es perder el tiempo.
Creo que cada persona evoluciona por sí misma. A día de hoy me siento más evolucionado conscientemente y no tengo más remedio que equilibrarme adaptándome a este mundo, puesto que a día de hoy siento que este mundo es muy cruel y antiguo para mí.
Este es mi comentario. Un saludo y me gustaría recibir su respuesta. Gracias.
Estoy harto de tanta publicidad, individualismo, de la basura de las «redes sociales». Siento hastío de tanta «panacea remedio» que cura todo y prolonga la vida. Me da asco que: CIEN FAMILIAS en el mundo posean más riqueza que TRESCIENTOS MILLONES de seres humanos. Siento repugnancia de muchas bobadas y banalidades publicadas.
No es fácil. Necesitamos el afecto. Somos animales. El problema es que somos inteligentes y analizamos. A medida que cumples años (tengo 69) esta sociedad te considera menos rentable (se valora solo lo rentable, como si fuéramos mercancías). Hay que darse cuenta de lo que hay. No puedes cambiar tu exterior pero sí tu interior. No es fácil. Si no quieres vivir sola -como es mi caso- tienes que ceder y renunciar a cosas que te gustaría hacer porque el otro lo sabe. Estar vivo es importante. Para convivir hay que ser una gran actriz. He tenido que aprender. Nadie me obliga, no lo necesito económicamente pero como animales necesitamos compañía. ?
Pues sí. Yo pienso y creo totalmente que el sentido de la vida de cada uno/a es y será siempre su propia motivación a seguir adelante para encontrar lo que realmente desea.
Porque la motivación es lo que nos hace movernos y encontrar lo que QUEREMOS.
Amparo: comparto literalmente su profunda reflexión.
Hola.
Siempre me ha gustado estar conmigo misma, siento que es la compañía que más disfruto. Aunque también me gusta disfrutar de la compañía de grandes amigos.
Sin embargo siento que somos egoístas, individualistas, pienso que deberíamos compartir un poco de lo que poseemos con cada persona que tenemos la oportunidad de encontrarnos en la vida y así a mi parecer no existiría tanta pobreza y carencia de amor en el mundo.
Ser uno mismo es difícil y no tiene formulas y no se puede cultivar, pero esto implica mucho más. No basta con ser bueno o malo. Las personas de buena voluntad también son rechazados de igual manera. No cuesta nada, pero no es aceptado por todos porque nunca se sabe del factor genuino. Siempre apelamos a la perfección del factor genuino. Basta con ser uno mismo.
Qué le puedo decir, desde los 6 años que murió mi madre y con 11 años mi padre, mi vida ha sido y es con mucha falta de cariño y comprensión. La gente se aprovecha de personas como yo, que tiré de 2 hermanos pequeños -7 y 8 años- hasta que se casaron. Luego formas una familia y el que disfruta de todo es el marido, al que no le interesa más que seguir como de soltero. He cuidado de sus padres 32 años y ellos son 7 hijos. No me han quitado ni una noche ni un día para yo salir, y luego vuelven loco de comentarios al marido. A mal me echa de casa porque dice que iban sus hermanos y no les ponía un puchero de comida. Vivo completamente sola y mucho llorar. La vida ha sido y es injusta. O no tienen corazón que sienta latir, pero ni los animales hacen cosas así. Me entretengo con libros y poco más, porque no me merezco vivir de esta manera. No hay sentimientos o no quieren demostrarlos. Mil gracias por leer mi vida y perdóneme por robarle tanto rato. Un abrazo. Inés