Nada como este remedio de la abuela para abrir las vías respiratorias en los días fríos y griposos. Aceites esenciales de plantas para «volver» a respirar.
¿Recuerda cuando era pequeño y tenía gripe? Un remedio de la abuela que no ha perdido eficacia es el de las inhalaciones con plantas o aceites esenciales (AE). Consiste en incorporar a un cuenco con agua caliente algunas esencias vegetales y colocarse un paño en la cabeza para hacer inhalaciones.
Tras varios minutos respirando esos vapores… ¡es como volver a la vida! Y es que para combatir los virus propios de los meses fríos nada como aumentar la inmunidad. Pero también es muy beneficioso inhalar vapores cargados de moléculas que ayudan a rehidratar la mucosa respiratoria.
Eso es justo lo que se consigue con el remedio de la abuela que vamos a compartir. Gracias a estos vahos se obtiene un efecto antiinflamatorio, descongestionante, calmante y desinfectante de las vías respiratorias.
Ahora bien, ¿qué plantas o aceites esenciales se necesitan? ¿Y cuál es la mejor manera de proceder para obtener un mayor beneficio? ¡Tome nota!
Lo primero es verter agua hirviendo en un recipiente cerámico grande, al que deberá agregar unas gotas del aceite esencial (una docena como máximo) o las partes de la planta que vaya a usar.
A continuación, póngase una toalla sobre la cabeza e inclínese sobre el cuenco con los ojos cerrados. Esto es importante porque los efluvios pueden irritarlos. Permanezca así durante unos 10 minutos, deteniéndose solo en el caso de que experimente alguna molestia. Repita la operación entre 1 y 3 veces al día.
Al terminar cada sesión, si es posible, espere al menos 30 minutos antes de salir de casa, pues con los vapores se dilatan las membranas mucosas de boca y nariz, lo que hace que aumente el riesgo de que toxinas procedentes de la contaminación entren en el organismo.
Cada planta o aceite esencial (AE) sirve para dolencias específicas. La manzanilla, por ejemplo, es antiinflamatoria y muy beneficiosa para las membranas mucosas cuando están irritadas. Y también puede mezclar hojas de eucalipto y de menta o brotes de pino silvestre con hojas de tomillo.
Por su parte, la raíz de rábano picante se ralla directamente en el agua hirviendo. Esta planta contiene una sustancia que fluidifica las flemas para que resulte más sencillo expulsarlas por medio de la tos. Si tiene la nariz tapada apueste por el eucalipto y, en caso de resfriado o incluso de rinitis, vierta en el agua caliente 3 gotas del aceite esencial de menta, de eucalipto o de niaouli.
En caso de sinusitis también interesa combinar unas gotas del AE de niaouli con el de mirto verde para un mayor efecto. Y si tiene una infección o gripe, acuda a los aceites esenciales de árbol de té o de ravintsara. Por último, si lo que tiene es una tos seca o una bronquitis, elija los AE de lavanda o de eucalipto.
Como ve, hay muchas esencias entre las que puede escoger. Pero, ojo, tenga cuidado porque algunos aceites esenciales no pueden usarse en inhalación, como los que contienen fenoles, ya que pueden causar irritación en las vías respiratorias.
Este es el caso de la canela, el clavo o el tomillo con timol. Y tampoco conviene el orégano, la menta sola y la hierba de limón, así como el eucalipto de limón.
Estas inhalaciones que aprendimos de nuestras abuelas también pueden hacerse sin necesidad de agua caliente. Son bastante más sencillas de llevar a cabo, por lo que interesan sobre todo cuando no se está en casa.
Tan solo tiene que impregnar un pañuelo con unas gotas del aceite esencial que más le beneficie en ese momento e inhalarlo. Hágalo durante 30 segundos, entre 4 y 6 veces al día. Disfrute de este remedio de la abuela ¡que nunca pasa de moda!
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