Un equipo de científicos de la Universidad de Granada ha desarrollado un compuesto de potentes propiedades antioxidantes, capaz incluso de inhibir el crecimiento de células cancerosas al reducir la angiogénesis (la formación de nuevos vasos sanguíneos que “alimentan” al tumor”) y promover la apoptosis (muerte celular) de esas células cancerígenas(1).
Aunque lo más sorprendente es el origen de este compuesto, denominado ácido maslínico, ya que proviene de los residuos de las aceitunas tras la producción de aceite de oliva.
Lo cierto es que este ácido ya había acaparado la atención de los científicos desde hacía tiempo, pero hasta ahora no podía usarse debido a su baja solubilidad. Sin embargo, los investigadores españoles han conseguido aislar las nanopartículas del ácido maslínico que, debido a su particularidad, son más solubles y pueden emplearse con eficacia en el campo de la oncología.
De hecho, los resultados obtenidos en ensayos con células han mostrado una gran capacidad citotóxica frente a las células malignas del cáncer de mama y de páncreas.
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