Una reciente investigación sugiere que una mayor exposición a los estrógenos (hormona sexual que interviene en el correcto funcionamiento del cerebro) podría reducir, en las mujeres menopáusicas, el riesgo de deterioro cognitivo y de alzhéimer. En otras palabras: que un mayor nivel de estrógenos tiene efectos neuroprotectores.
Pues bien, a la hora de alcanzar ese nivel favorable contribuyen factores como haber tomado anticonceptivos hormonales, haber tenido más hijos o haber seguido una terapia hormonal sustitutiva (THS) durante la menopausia. Esta es la conclusión a la que han llegado los investigadores a partir de un ensayo que ha contado con 99 mujeres de entre 40 y 50 años(1).
Y es que durante la menopausia se produce un descenso en el nivel de estrógenos que conlleva una disminución de la materia gris, especialmente en aquellas regiones del cerebro que más se pueden ver afectadas por el deterioro cognitivo y el alzhéimer. Por tanto, aumentar la exposición de estrógenos podría contrarrestar esa pérdida, reduciendo así el riesgo de sufrir patologías neurodegenerativas, según los investigadores.
Nota de Salud en 1 Minuto: Estas conclusiones deben tomarse con precaución, pues los propios responsables del estudio han señalado que se requieren más ensayos para terminar de avalar ese papel neuroprotector. Además, no hay que olvidar que anteriores investigaciones habían sugerido que la THS puede conllevar efectos adversos si las mujeres menopáusicas la siguen durante un tiempo prolongado (más de 5 años): aumenta el riesgo de cáncer de mama(2), de ovario, de endometrio o de cuello uterino.
Fuentes:
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