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Se descubre un nuevo factor para detectar una miocardiopatía genética

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El acortamiento de los telómeros (encargados de proteger la integridad de la célula y que cuanto más cortos son más afectan a su correcto funcionamiento) tiene un papel destacado en el desarrollo de las miocardiopatías genéticas (enfermedades hereditarias que afectan al músculo cardíaco, al reducir su capacidad de bombear la sangre).

Un equipo de investigadores llegó a esta conclusión al analizar el tejido cardíaco de pacientes con dos tipos de miocardiopatía, la hipertrófica y la dilatada, y medir los telómeros de las células del corazón(1). Observaron así que los telómeros de las células responsables de la contracción cardíaca, los miocardiomiocitos, eran más cortos que los de las personas no afectadas por estas patologías (un 26% más en los pacientes con miocardiopatía hipertrófica y un 40% en los pacientes con miocardiopatía dilatada). Este acortamiento sólo afectaba a esas células del tejido cardíaco.

Este estudio confirma, por tanto, que el acortamiento de los telómeros en estas células es una característica común entre las miocardiopatías genéticas. También abre el camino a futuros tratamientos que, al intervenir en esas células en concreto y modificar la posible respuesta de los telómeros, podrían actuar directamente sobre el origen de estas patologías.

 

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Fuentes:

  1. Chang AC, et al.: “Telomere shortening is a hallmark of genetic cardiomyopathies·. Proc Nat Ac Sci. 2018.


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