La alimentación es muy importante tras una operación, pero también resulta fundamental seguir una nutrición adecuada antes de la cirugía, en la llamada “fase de prehabilitación”, que se centra en las condiciones tanto psíquicas como físicas del paciente.
Esto es lo que sostiene el Grupo Español de Rehabilitación Multimodal (GERM)(1), que trata de implantar innovadoras medidas protocolarias tanto antes como después de una operación para disminuir el dolor del paciente, así como para reducir su estancia hospitalaria.
Para ello, estos profesionales valoran el estado físico de los pacientes antes de la cirugía; por ejemplo, mediante un test que mide la distancia máxima que pueden recorrer andando de un extremo a otro a lo largo de un pasillo de 20 metros, durante 6 minutos. Esto determinará una preparación física para mejorar su capacidad funcional y que necesariamente debe incluir una terapia nutricional. De este modo, aumentará su tolerancia al esfuerzo y mejorará su posterior recuperación.
P.D.: En una noticia anterior pudo leer sobre otros estudios más centrados en la alimentación tras una operación. Si es de su interés, aquí puede volver a leerla.
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