El shiatsu, técnica manual basada en los principios de la Medicina Tradicional China, ha ganado popularidad en los últimos años por su capacidad para promover la salud y el bienestar de manera natural. Y la investigación científica ha demostrado que ayuda a reducir el estrés y a aliviar todo tipo de dolores, desde el crónico hasta el derivado de los tratamientos oncológicos, entre muchos otros beneficios.
Este es el testimonio de una mujer que, como buena parte de la población, sufre lumbago. Se trata de uno de los dolores más frecuentes, hasta el punto de que se estima que el 80% de las personas tendrá al menos un episodio de lumbalgia a lo largo de su vida.
Pero verá que este caso es muy esperanzador. Además, pone el foco de atención sobre una estrategia que puede beneficiar a todos: el shiatsu.
Lola (nombre ficticio para preservar su identidad) comenzó a sufrir crisis de lumbago a los 25 años. Con el tiempo estas se agravaron, volviéndose muy incapacitantes y ocasionándole numerosas bajas laborales. Incluso tuvo que ser hospitalizada en varias ocasiones.
Para hacer frente al problema la toma de antiinflamatorios y analgésicos se volvió constante, aumentando poco a poco las dosis, hasta llegar a una cantidad con la que, como ella misma relata “no sé cómo sobrevivió mi estómago”.
Este sufrimiento se prolongó durante 20 años, hasta que fue diagnosticada de una hernia discal (patología degenerativa de la columna) y tratada con nucleólisis. (1)
Sin embargo, tras la intervención las lumbalgias seguían siendo recurrentes, incluso acudiendo a un fisioterapeuta… Hasta que un compañero de trabajo le recomendó el shiatsu.
Lola no sabía nada de esta terapia manual, pero, dispuesta a intentarlo todo, participó en una jornada para principiantes, a las que siguieron varias sesiones adicionales.
Gracias a ellas, poco a poco comenzó a sentirme mejor. Y en todos los aspectos, pues el shiatsu atiende al cuidado del cuerpo y de la mente. Hasta que pudo olvidarse de los analgésicos y “darse de baja” del médico.
“Gradualmente, recuperé una vida normal”, confiesa Lola, prueba viviente del sorprendente efecto de esta terapia. Eficaz incluso para casos crónicos que se han alargado durante muchos años.
Y es por ello que, a las puertas de cumplir 70 años, Lola sigue acudiendo a sesiones de shiatsu, que realiza a diario sobre un futón (colchón grueso empleado en oriente como cama) en el suelo.
“En mis años jóvenes, cuando era incapaz de moverme, no podría haber imaginado pasar parte de mi tiempo en esa posición”, comenta hoy, todavía emocionada.
Y ahora que ha leído cómo el shiatsu cambió la vida de Lola, poniendo fin a su lumbago, ¿se anima a probarlo?
Shiatsu significa “presión con los dedos” en japonés. Utiliza la presión ejercida con los dedos y las palmas de las manos, además de otras técnicas manuales, para equilibrar la energía del cuerpo y, con ello promover la salud y el bienestar.
Esta terapia corporal tiene sus raíces en la Medicina Tradicional China (MTC), con la práctica de la acupresión y el anma, tradicional masaje japonés. Sería ya en el siglo XX cuando se desarrolló una modalidad distinta, que es la que se ha popularizado en todo el mundo.
Atribuida a Tokujiro Namikoshi, quien estableció la primera escuela de shiatsu en Japón en 1925, él se basó en el conocimiento tradicional, al que añadió principios occidentales de anatomía y fisiología.
En la sesión de shiatsu el terapeuta aplica una presión rítmica en puntos específicos, a lo largo de los denominados “meridianos” o canales de energía que recorren el cuerpo, según la MTC. Para ello utiliza sus dedos y palmas, pero también los codos y a veces las rodillas.
Pero además de esta presión, incluye ejercicios de estiramiento y técnicas respiratorias concretas que acompañan cada movimiento. Y, como comentábamos con Lola, las sesiones suelen realizarse en el suelo sobre un futón.
Cada vez más estudios científicos han respaldado los beneficios para la salud que ofrece esta técnica manual:
En definitiva, con el shiatsu tenemos otro buen ejemplo del potencial de las terapias que combinan la sabiduría de la medicina tradicional con los últimos conocimientos sobre el cuerpo humano.
Se ha convertido así en una terapia complementaria que sigue ganando reconocimiento a nivel mundial y, lo que es más importante, brindando alivio a muchas personas.
Incluidas aquellas que han sufrido dolor durante años y que finalmente, en las alternativas naturales, han encontrado la respuesta para el cuidado de su bienestar.
1. La nucleolisis es una técnica realizada con anestesia local en la que se introduce una aguja en el disco intervertebral, sin necesidad de realizar ninguna incisión.
2. Zani, A. Y. P., & Shari, W. W. “Complementary Therapies to Reduce Levels of Stress, Anxiety and Depression: A Literature Review. Ganesha International Proceeding of Multidisciplinary. 2024.
3. Geetha, R., & Prabha, S. L. “Effectiveness of Shiatsu Massage on Chemoradiation-Induced Pain Among Elderly Women with Cervical Cancer”. Indian Journal of Gerontology. 2024.
4. Brown CA, Bostick G, Bellmore L et al.: “Hand self-Shiatsu for sleep problems in persons with chronic pain: a pilot study”. J Integr Med. 2014.
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