Investigaciones recientes han alertado sobre la seguridad de algunos productos cotidianos, revelando su potencial cancerígeno. Entre ellos, el talco ha sido uno de los más controvertidos, generando preocupación sobre su uso prolongado y sus efectos en la salud. Exploramos el talco y otros productos de uso común que han sido vinculados con el cáncer, examinando las evidencias científicas y las implicaciones para los consumidores.
¿Lo leyó en la prensa? El talco, ese producto tan familiar que se ha utilizado durante décadas en la higiene de los bebés tras cambiarles el pañal y también en la higiene íntima de los adultos, ha sido declarado “potencialmente cancerígeno”.
Seguramente se quedó aterrado al verlo. “¿El talco? Años y años no solo permitiéndose sino recomendándose su uso ¡y ahora nos vienen con estas!”
Lo cierto es que ya se sospechaba de este riesgo, pero el exhaustivo metaanálisis que ha realizado la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) ha terminado de confirmarlo. (1)
Además, sus responsables han incluido al talco en el Grupo 2A de sustancias cancerígenas para humanos, que es el segundo nivel más alto de certeza en cuanto a peligrosidad. Esto se debe a la gran cantidad de estudios que han concluido que las personas que usan polvos de talco en la zona genital tienen más riesgo de desarrollar cáncer de ovario.
Según los expertos, estos efectos son consecuencia de la inflamación crónica que induce el talco, así como la alteración de la proliferación celular y la muerte celular. Todas ellas particularidades propias de los agentes cancerígenos.
Vivimos rodeados de tóxicos.
Esta es una verdad que ya nadie pude negar. Sobre todo cuando descubrimos que algunas de esas sustancias dañinas están más cerca de lo que creemos y, paradójicamente, se emplean para el cuidado de la salud.
Esperemos que este golpe de realidad que ha supuesto el caso del talco nos haga entender que, aunque un producto esté autorizado y nos digan que es perfectamente seguro, no puede dar por buena sin más esa afirmación.
Más adelante le indicamos varias alternativas al talco, naturales y libres de riesgos.
Pero, atención, porque el riesgo de cáncer no solo afecta a las personas que lo usan para su higiene íntima, en polvos y desodorantes, debido a su capacidad para absorber la humedad y reducir la fricción.
Este mineral también se emplea en distintas pinturas de recubrimiento porque proporciona una textura más suave al producto final, así como en plásticos, papel y caucho para mejorar sus propiedades físicas. Y, de hecho, en el metaanálisis de la IARC también se han mencionado numerosos casos de cáncer de ovario entre las mujeres que trabajan en la industria del papel por su constante exposición al talco.
Eso sí, los casos más alarmantes los encontramos, por un lado, en la industria farmacéutica, donde el talco puede usarse como excipiente para elaborar cápsulas y tabletas debido a sus propiedades lubricantes.
Y, por otro lado, en la industria alimentaria, donde se emplea como aditivo para que los alimentos no se peguen entre ellos durante su procesamiento y embalaje.
Ahora que el gran público ya sabe el grave peligro que supone este mineral para la salud (algo que era de sobra conocido por quienes saben de este tema), queda claro que este uso supone todo un atentado para nuestra salud.
Por ello, aunque a raíz del informe IARC algunas empresas cosméticas han suspendido la venta de cualquier producto que incluya talco, a lo que se ha sumado la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no usarlos, no es suficiente para evitar el contacto.
Por ejemplo, dado su uso habitual para elaborar plásticos, debe intentar reducir el uso de este material en general. También porque, además de talco, puede incluir bisfenol A entre estas otras sustancias tóxicas.
Y ojo, porque estos no son los únicos cancerígenos a los que estamos expuestos a diario.
Si le hablamos del acrilonitrilo, un compuesto utilizado en la producción de polímeros para elaborar piezas de automóvil y de construcción, probablemente no le diga mucho.
Pero la cosa cambia si le decimos que este compuesto también ha sido clasificado como cancerígeno, y por el mismo grupo de expertos que ha puesto en la diana al talco.
Pues bien, el acrilonitrilo también es un habitual en la industria textil, donde se emplea para elaborar fibras con las que después se elaboran alfombras… ¡y prendas de ropa!
Es decir, que puede que ahora mismo usted esté llevando alguna camisa, pantalón o prenda interior elaborada con esa sustancia cancerígena. Y, además, al ser un compuesto orgánico volátil, es más sencillo que entre en su organismo.
Esta es una de las razones por las que el acrilonitrilo forma parte del “Grupo 1 de sustancias cancerígenas para humanos”, integrado por aquellas con las que no queda ninguna duda de su peligro para la salud. En este caso en concreto, está relacionado con el cáncer de pulmón y de vejiga.
Ahora bien, ¿cómo podemos reducir su contacto?
Lo primero es prestar atención a la etiqueta del producto adquirido. Si ve que incluye polímeros como poliacrilonitrilo, estireno-acrilonitrilo, acrilonitrilo butadieno estireno o acrilonitrilo butadieno (un caucho sintético), opte por otra alternativa, ya que todos esos materiales incluyen acrilonitrilo.
Aunque la mejor opción siempre serán las alternativas naturales, con prendas elaboradas de manera ecológica y libres de cualquier sustancia potencialmente dañina. En este sentido tome nota de algunos ecosellos, como Ecocert, Global Organic Textil Standart o EU Ecolabel, que identifican a las empresas en las que se prioriza el uso de fibras naturales. (2) (3) (4)
Asimismo, el proyecto ZDHC (Programa de Descarga Cero de Productos Químicos Peligrosos, por sus siglas en inglés) busca limitar el uso de sustancias tóxicas para la elaboración de prendas y calzado. Puede consultar en su web las más de 50 empresas textiles de todo el mundo que ya forman parte de este proyecto. (5)
Por último, y como le prometíamos, estas son algunas alternativas naturales a los polvos de talco que puede utilizar para el cuidado de su higiene íntima:
Al igual que los polvos de talco tradicionales, solo debe aplicarlos sobre la zona irritada y sus resultados son casi instantáneos.
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