Conozca 8 medidas naturales, eficaces y demostradas científicamente, para bajar la presión arterial alta.
Existe la creencia de que para bajar la presión arterial alta interesa tomar productos lácteos. Sin embargo, está a punto de comprobar que esto es totalmente erróneo y que, para conseguir una tensión arterial normal, le interesan las 8 medidas naturales que está a punto de descubrir.
¡Tome buena nota!
El mito de que los productos lácteos son beneficiosos para la salud sigue tristemente presente.
Durante décadas se nos ha dicho que son buenos en caso de osteoporosis, que mejoran el tránsito intestinal… cuando lo cierto es que no conviene abusar de ellos (aquí puede conocer algunos riesgos asociados a un consumo excesivo).
Uno de los últimos estudios en intentar convencernos de las bondades de los productos lácteos asegura que para bajar la presión arterial alta ¡basta con comer yogures! (1)
Sí es posible reducir la tensión arterial de forma natural, sin necesidad de tomar ningún medicamento. Y más adelante le indicaré cómo puede conseguirlo. Ahora bien, en caso de hipertensión el yogur no es la mejor opción. ¡Ni mucho menos!
La investigación que ha mostrado la propiedad antihipertensiva del yogur ha contado con 915 adultos de 62 años de media.
Los responsables observaron que un mayor consumo de este producto se asocia con un descenso de la presión arterial en personas hipertensas.
Y la explicación que dieron para tal efecto fue el aporte en calcio de los yogures.
A este respecto hay que señalar que el calcio, según estudios previos, sí que ofrece beneficios cardíacos. Por ejemplo:
Ahora bien, si lo que interesa es aumentar el aporte de calcio para obtener todos estos beneficios, ¿por qué centrarse en el yogur cuando hay otras fuentes mucho más interesantes?
A diferencia de lo que la industria láctea intenta inculcar, no es cierto que los productos lácteos sean ricos en calcio.
Y también es falso que sean la mejor opción para fortalecer los huesos. O que beber leche reduzca el riesgo de sufrir fracturas en caso de osteoporosis.
Así lo demostró, ya hace tiempo, un estudio en el que se realizó un seguimiento durante 12 años a unas 80.000 mujeres de entre 34 y 59 años. ¿Su conclusión? Un mayor consumo de leche o calcio “no tiene un efecto favorable en la tasa de fracturas”. (3)
Este resultado es bastante lógico, ya que la osteoporosis no es una patología ligada a la falta de calcio, sino a fenómenos proinflamatorios crónicos. (4)
Y la leche es, precisamente, un producto que favorece la inflamación.
Además, el calcio de la leche contiene ácido fosfórico, de efecto acidificante y capaz, por paradójico que parezca, ¡incluso de provocar pérdidas de calcio!
Esto ocurre porque para combatir la acidez el organismo pone en marcha un mecanismo conocido como “efecto tampón”, que utiliza los minerales que tiene a su disposición (incluidos los presentes en los huesos) para restaurar un ambiente más alcalino.
En otras palabras: beber leche en exceso, en realidad, tiende a desmineralizar el cuerpo y a debilitar el sistema óseo.
Y, junto a esto, no hay que olvidar que la leche también contiene ciertas grasas, hormonas de crecimiento y otras sustancias como la lactosa o la caseína de las que no conviene abusar.
Entonces, ¿cuáles son los alimentos que realmente interesan para aumentar el aporte de calcio?
A este respecto debe saber que este mineral está muy presente en el reino vegetal. Así, las principales fuentes de calcio son (por cada 100 g):
Como le comentaba antes, existen soluciones naturales que pueden ayudarle a combatir la hipertensión, las cuales han sido confirmadas científicamente.
Se ha demostrado que comer 1 ó 2 dientes de ajo (Allium sativum) disminuye la hipertensión.
En concreto, reduciría hasta en 10 mmHg las cifras de la presión sistólica y hasta en 9 mmHg el valor de la presión diastólica. O, dicho de otro modo: si un paciente con hipertensión tiene 140/90 mmHg y toma ajo de manera regular, su presión arterial puede llegar a tener unos valores de 130/81 mmHg, ya asociados a una tensión arterial normal.
En caso de que no le guste mucho su sabor, puede tomarlo en forma de cápsulas a partir de su extracto seco, a razón de entre 300 y 900 mg diarios.
Y dentro de sus variedades el ajo negro, del que puede tomar hasta 1 g al día (dependiendo de la concentración del extracto, por lo que debe seguir las indicaciones especificadas), brilla con luz propia. Y es que ofrece numerosos beneficios, no solo para el sistema cardiovascular (aquí puede descubrir unos cuantos).
Eso sí, debe prescindir de estos complementos en el caso de que esté siguiendo un tratamiento con anticoagulantes o vaya a someterse a una operación quirúrgica. Asimismo, no conviene tomar ajo con otras hierbas de propiedades anticoagulantes, como por ejemplo el ginkgo o el ginseng.
Por su parte, otro gran aliado del sistema cardiovascular es el olivo (Olea europaea). En concreto, se ha demostrado que tomar 1 g/día del extracto de sus hojas durante 2 meses ayuda a reducir la presión arterial en 5 mmHg (sistólica) y 10 mmHg (diastólica).
A este respecto, un estudio ha confirmado que la acción de esta planta es similar a la que se obtendría con el fármaco Captopril, pero sin llevar asociados sus efectos secundarios. (6)
Puede encontrar hojas de olivo en tiendas especializadas, en forma de complementos, pero también puede preparar una infusión con 50 g de sus hojas secas por cada litro de agua hirviendo.
Deje infusionar durante 20 minutos y beba el resultado, a razón de 1 taza después de las comidas.
¡Anímese a probar estas soluciones para bajar la tensión arterial alta, tan efectivas como saludables!
1. Wade AT, et al.: “Una mayor ingesta de yogur se asocia con una presión arterial más baja en personas hipertensas: hallazgos transversales del estudio longitudinal de Maine-Syracuse”. Int Dairy J. 2021.
2. Buendía JR, Li Y, Hu FB ET AL.: “Ingesta regular de yogur y riesgo de enfermedad cardiovascular entre adultos hipertensos”. American Journal of Public Health. 2018 13 de abril; 31 (5): 557-565. PMID: 29462263; IDPM: PMC5905602.
3. Feskanich D, et al.: “Leche, calcio dietético y fracturas óseas en mujeres: un estudio prospectivo de 12 años”. Am J Salud Pública. 1997.
4. Briot K, et al.: “Enfermedades inflamatorias y fragilidad ósea”. Osteoporos Int. 2017.
5. Goldhamer A, et al.: “Ayuno solo de agua supervisado médicamente en el tratamiento de la hipertensión”. J Manipulative Physiol Ther. 2001.
6. Susanit E, et al.: “Extracto de hoja de olivo (Olea europaea) eficaz en pacientes con hipertensión en estadio 1: comparación con Captopril”. Phytomedicine. 2011.
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