Ya ha sido declarado oficialmente el fin de la emergencia sanitaria por covid, pero para muchas personas no es tan fácil dejar atrás esta enfermedad. Y es que se estima que entre el 5 y el 10% de quienes han sido infectados por el SARS-CoV-2 desarrollan covid persistente; es decir, que algunos de los síntomas de la enfermedad (dificultad respiratoria, fiebre, dolor de cabeza, trastornos del sueño, fatiga y problemas de concentración son algunos de los más comunes) siguen presentes meses ¡e incluso años! después de haber sido infectados.
Ahora una investigación ha querido comprobar si la terapia cognitiva conductual (TCC) podría ayudar a estos pacientes(1). La TCC es un enfoque psicológico que se emplea en algunos casos de depresión o ansiedad que ayuda a modificar los pensamientos, sentimientos y comportamientos negativos. Y en este caso los investigadores la han aplicado para mitigar la fatiga y los problemas de concentración, que son dos de los síntomas más habituales e incapacitantes de la covid persistente.
Tras comparar los resultados con los obtenidos gracias al tratamiento que suelen recibir estos pacientes (y que incluye supervisión médica, fisioterapia y/o terapia ocupacional), vieron que la TCC ayudaba a reducir ambos síntomas de un modo más significativo. Además, esa mejoría siguió presente incluso 6 meses después y los síntomas no empeoraron ni aparecieron otros nuevos.
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