Por más que uno se cuide y mantenga a tono su línea de defensa fundamental, es decir, su sistema inmunitario, es normal que a veces el cuerpo se debilite, pudiendo enfermar.
De hecho, desgraciadamente sucede bastante a menudo. Y a veces la cura completa también tarda demasiado en llegar.
He aquí una historia que seguro que le resulta conocida:
Y es que, llegado a ese punto, su organismo se está quedando sin energía.
Duerme mucho, incluso diez horas cada noche, pero sigue sintiéndose cansado todo el día.
Además de eso, su sistema inmunitario es cada vez más vulnerable. Es decir, que ya no es solo que continúe enfermo, sino que se ve indefenso ante la amenaza de cualquier virus que le ronde.
Complicaciones como estas son, sin duda, las que hacen los inviernos tan largos y duros.
Pero acabar con ese tipo de convalecencias infinitas es bastante más fácil de lo que parece. Solo hay que actuar rápido y con contundencia, y para ello hay que echar mano de las mejores herramientas posibles.
En este caso, no son otras que las plantas medicinales específicas contra las afecciones respiratorias. Antiinfecciosas, expectorantes, analgésicas, antiinflamatorias… ¡todas sus propiedades actúan en sinergia para devolver las vías respiratorias a su estado natural!
En concreto, hay 4 plantas que deberían ocupar el lugar principal de su botiquín natural en invierno. Veámoslas una a una.
Si hay alguna planta capaz de aliviar casi de inmediato una garganta dolorida esa es, sin duda, el malvavisco.
Pero no hablamos de esas gominolas industriales en forma de nube, también conocidas como “malvaviscos” debido a su origen (pelando y mezclando las raíces de la planta Althaea officinalis se obtenía tradicionalmente la pasta original, la cual se mezclaba con azúcar y agua de rosas para obtener los famosos dulces; aún a día de hoy hay quien los elabora de esta forma artesanal).
Me refiero a la planta oriunda del Norte de Europa y que crece en terrenos húmedos (por ejemplo, en las proximidades de un curso de agua o de una ciénaga). Sus raíces son excepcionalmente ricas en mucílagos, una sustancia pegajosa que se espesa al contacto con el agua, formando una gelatina.
Pues bien, en su forma natural, el malvavisco es casi literalmente un medicamento, ¡y de hecho antiquísimo!
Y es que, conocido por egipcios y chinos en la Antigüedad, el malvavisco también se menciona como remedio medicinal en los escritos latinos. Y se sabe que ha sido usado a lo largo de los siglos para aliviar no solo dolores de garganta, sino también úlceras gástricas.
De forma general, esta planta resulta eficaz para tratar cualquier problema de mucosas y por tanto también las afecciones de la piel. Es decir, que ante un tejido inflamado, irritado, hipersensible o ulcerado los mucílagos que contiene el malvavisco actúan como una pomada protectora; su gelatina recubre la mucosa regenerándola y aliviando con ello el dolor.
Y, en el caso de una afección de garganta, por ejemplo, por supuesto también ayudan a combatir la tos. (1) (2) (3)
Pero el malvavisco también se utiliza contra:
Aunque el más importante de los principios activos de la raíz de malvavisco es el mucílago, que contiene polisacáridos como el rhamnogalacturonan, la raíz también posee almidón, polifenoles, ácidos fenólicos y aminoácidos. (4) (5)
En caso de sufrir un catarro o un resfriado, usted puede reforzar y completar el efecto del malvavisco con la toma de eucalipto. Y es que este árbol originario de Tasmania, cuyo nombre científico es Eucalyptus globulus, es un conocido antiséptico y desinfectante muy útil para deshacerse de los virus y de las bacterias. (6)
Ayuda a liberar las vías respiratorias y calma la inflamación de las mucosas. Hasta tal punto es eficaz que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el uso de sus hojas para diversas afecciones del aparato respiratorio (por ejemplo, el asma y la bronquitis). (7)
La principal sustancia activa del eucalipto es, según estiman los investigadores, el 1,8 cineol o eucaliptol. Y en este sentido un ensayo clínico doble ciego controlado contra placebo ha demostrado que este permite a las personas asmáticas reducir la dosis de corticosteroides (administrados por medio de inhaladores directos con acción antiinflamatoria local como la budesonida). (8)
Por su parte, otro ensayo clínico desarrollado durante 6 meses sobre 242 pacientes demostró que el cineol es eficaz a la hora de aliviar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). (9)
Y asimismo otros dos ensayos clínicos confirmaron la eficacia de esta sustancia activa para aliviar la tos en los enfermos de bronquitis crónica. (10) (11) (12)
Es decir, que el eucalipto refuerza el efecto antiinflamatorio del malvavisco, permitiendo despejar pero también desinfectar las vías respiratorias.
Pocas cosas hay tan molestas como despertarse de noche por culpa de la tos. Sin embargo, es algo muy común, ya que al toser realizamos movimientos violentos que nos sacan del estado de somnolencia. Además, una vez desvelado le costará mucho volver a dormirse (no hablemos ya de coger un sueño profundo).
Por eso para quienes tienen un sueño especialmente ligero tener tos supone pasarse prácticamente toda la noche en vela.
Para facilitar el adormecimiento se recomienda tomar espino blanco (Crataegus monogyna). Y es que, de acuerdo con el grupo especializado en revisiones Cochrane, numerosos estudios clínicos demuestran que esta planta resulta eficaz a la hora de regular el ritmo cardíaco. (13)
Lo que explica esos efectos del espino es la presencia en su composición de flavonoides y de procianidinas.
Bajo el efecto del espino, su frecuencia cardíaca disminuirá y su respiración se ralentizará, igual que si se encontrase en reposo. Usted estará más calmado, con un ritmo óptimo para favorecer el sueño nocturno.
Y lo mejor es que el consumo de espino blanco no lleva asociados los efectos secundarios de los fármacos prescritos contra la ansiedad, como por ejemplo somnolencia durante el día, pérdida de memoria o riesgo de adicción.
El espino no le dará sueño durante el día, sino calma, ayudando con ello a mejorar su concentración. Y por la noche le ayudará a dormir, especialmente si una alergia o una bronquitis le provoca tos (la cual suele agudizarse durante la noche).
En concreto, si combina esta planta con malvavisco y con eucalipto, que combaten la inflamación de las vías respiratorias, limitará el riesgo de sufrir ataques de tos.
El arándano es una fruta increíble. También conocido como mirtilo (Vaccinium myrtillus), contiene unas importantísimas cantidades de vitamina C y otros antioxidantes que mantienen la salud del organismo y previenen el envejecimiento prematuro. (14)
Esto resulta de gran interés si además se tiene en cuenta que el déficit en antioxidantes tiene importantes implicaciones en la gravedad de las crisis de asma, por ejemplo, pudiendo complicar la recuperación.
Ello se debe a que en el momento en el que se sufre una crisis de asma los pulmones consumen una gran cantidad de vitamina C para contener la inflamación. Y además de esto por lo general la superficie de los pulmones ya está recubierta por una capa rica en esta vitamina que los protege de la contaminación. (15)
Es decir, que sin vitamina C usted corre el riesgo de sufrir más crisis de asma (si es asmático, claro está), sobre todo si hay mucha contaminación en el ambiente. Pero también lo pasará peor en caso de sufrir una afección típica del invierno con complicaciones respiratorias, por ejemplo un resfriado.
Por último, el arándano también es rico en quercetina, un flavonoide que, consumido en grandes cantidades, reduce la producción de sustancias inflamatorias vinculadas a las alergias. (16)
En definitiva, gracias al arándano usted puede reforzar su cuerpo contra los ataques exteriores, también los agudizados por culpa de la contaminación. De ese modo reducirá su sensibilidad a las sustancias irritantes de las vías respiratorias capaces de provocar crisis de asma y problemas respiratorios en general.
Las cuatro plantas de las que le he hablado son una auténtica maravilla de la Naturaleza frente a las enfermedades de invierno. Le animo a utilizarlas para aliviar los estados catarrales y las enfermedades respiratorias típicas de esta época.
Para ello, incorpore los arándonos a su dieta y elabore reconfortantes y eficaces tisanas para beber a lo largo del día. También puede beneficiarse de ellas en forma de aceites esenciales, bastando una simple gota para desplegar todo su poder curativo, o de forma sinérgica tomándolas todas juntas reunidas en un complemento, en un solo gesto.
De ahí que esta recomendación me parezca tan importante: se trata de un complemento precisamente a base de estas 4 plantas (malvavisco, eucalipto, espino blanco y arándano) del que mi colega el experto en complementos Felipe M. Miller ya le ha hablado alguna vez.
¡El mismo Miller se jacta de llevar años sin sufrir un solo resfriado gracias a esta solución natural! Por si quiere saber más sobre ella, aquí tiene un enlace con la información completa.
Fuentes:
Imágenes:
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Es muy interesante y muy acorde con mis conocimientos. Muchas gracias. Un saludo