Cientos de estudios han demostrado que el aceite de oliva virgen extra es uno de los alimentos más saludables. Pero, no contentos con las bondades que ofrece, un grupo de investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) ha querido mejorar este ingrediente insignia de la dieta mediterránea(1).
¿Cómo? Pues enriqueciéndolo con ácido oleanólico, una sustancia capaz de reducir en un 55% el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Así lo confirmó un ensayo realizado con 176 pacientes prediabéticos que tomaron 55 mililitros diarios durante 30 meses.
La particularidad de este aceite es que incorpora concentraciones terapéuticas de ácido oleanólico natural de alta pureza obtenido de la hoja de olivo. Este ácido también se encuentra en la piel de la aceituna, si bien solo un pequeño porcentaje pasa al aceite de oliva estándar durante su elaboración.
Nota de Salud en 1 minuto: Recuerde que el de oliva virgen extra no tiene ningún desperdicio en cuanto a beneficios para la salud se refiere: rico en vitaminas A, D, E y K, favorece la digestión, es inmunoestimulante y cardioprotector, tiene propiedades anticancerígenas, combate la diabetes, hidrata la piel…
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