Hace escasos días los expertos de una prestigiosa revista de nutrición estadounidense anunciaron a bombo y platillo algo sorprendente: la causa número 1 de la diabetes es el elevado consumo de alimentos ultraprocesados. (1)
Podría parecer un chiste -incluso uno algo macabro, diría yo- que a estas alturas se sigan escribiendo titulares como este.
Una persona preocupada por su bienestar y que sufra esta enfermedad ya sabe que los glúcidos y las grasas malas son el peor enemigo de su salud. Y por supuesto que atiborrarse de comida procesada no es lo mejor que puede hacer para cuidarse.
Lo que necesita son soluciones eficaces que le ayuden a revertir la situación en lo posible, y que no pasen por seguir un tratamiento farmacológico plagado de potenciales efectos secundarios de por vida.
Lamentablemente, de esto apenas se habla en los medios de comunicación, tanto en los generalistas como en muchos especializados en salud, a pesar de que esas soluciones sí existen y son eficaces (usted está a punto de comprobarlo).
No es la primera vez que hablo de esto.
Tengo la sensación (y creo que en realidad es más que una sensación) de que la medicina convencional se ha instalado, en muchos casos, en la culpabilización del paciente.
La diabetes es un ejemplo paradigmático. Y es que, en efecto, los pésimos hábitos de vida generalizados hoy día, como el sedentarismo y la mala alimentación, tienen mucho que ver con su aparición.
Sin embargo, hay que reconocer que el mundo que nos rodea no invita a cuidarse. O peor: conduce a hacerlo mal.
Las prisas, la interminable lista de quehaceres diarios, el poco tiempo del que disponemos para dedicar a la cocina…
Cuidarse en una sociedad como la nuestra supone a veces vivir remando contra la corriente. Entraña hacer un esfuerzo por salirse de lo establecido, de lo cómodo. Y eso no es tan sencillo.
Además, la diabetes es una enfermedad que presenta otros problemas muy particulares.
Y es que la medicina convencional solo asume que esta debe ser diagnosticada y tratada cuando los valores glucémicos que presenta una persona son, en realidad, manifiestamente anormales. Por ejemplo, cuando la glucemia en ayunas es superior a 126 mg/dl (si se sitúa entre 110 y 126 mg/dl ya debería ser considerada prediabetes) o cuando la glucemia postprandial (es decir, la registrada después de comer) supera los 140 mg/dl.
En cambio, una medicina milenaria y con un enfoque totalmente diferente -al entender al paciente como un todo (mente, emociones, cuerpo físico…)- como lo es la Medicina Tradicional China (MTC) se enfoca en otras señales. De este modo logra corregir los desajustes mucho antes, evitando incluso que la diabetes llegue a manifestarse.
Además, analiza el origen del problema en cada persona de forma individual, dado que este puede tener manifestaciones y causas primigenias muy diversas, con lo que consigue un tratamiento más eficaz.
Y lo mejor es que se basa en herramientas naturales, en muchos casos haciendo simples cambios en la alimentación (en concreto los que más interesan son los alimentos denominados “de naturaleza fría”) y añadiendo plantas medicinales al tratamiento.
Es así como la MTC consigue incluso revertir estados de diabetes a los que seguramente la medicina convencional condenaría a un tratamiento de por vida.
¿No le gustaría saber cómo funcionan estas herramientas y este enfoque tan diferente, utilizado con éxito durante miles de años y que se niega a creer que una persona diabética no pueda dar la vuelta a su situación?
Pues está de enhorabuena.
Ese es, de hecho, el motivo por el que le escribo este e-mail: el nuevo ejemplar de Salud AlterNatura, correspondiente al mes de octubre, cuenta con un especial sobre la diabetes y el enfoque que la MTC hace de esta enfermedad.
En este completo artículo va a conocer:
Y por supuesto también conocerá las claves básicas de esta medicina ancestral, para que comprenda a la perfección el nuevo “universo” en el que está a punto de entrar.
Los conceptos que plantea son diferentes y novedosos respecto a lo que conocemos, pero precisamente ahí radica su valor: es un giro de 180º a la concepción que tenemos de la diabetes, y por eso es revolucionario y… ¡funciona!
El tratamiento de la diabetes desde la MTC no es el único tema que va a encontrar en este ejemplar de Salud AlterNatura.
En él también descubrirá información útil y práctica que le ayudará a:
pérdida de masa muscular
microbiota nasal
contusiones
Conocer cuáles son las mejores alternativas a la carne (¡es muy posible que no sea ninguna de las que usted piensa!).
Y mucho, mucho más.
Como siempre, se trata de 32 páginas de un contenido de incalculable valor, práctico y muy bien explicado, que podrá marcar un antes y un después en su salud y en la de toda su familia.
Y no solo este mes sino… ¡todo el año!
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¡Imagínese si no estamos seguros de que le ayudará a mejorar su salud para siempre, como ya ha hecho con los miles de lectores que la reciben en sus casas!
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¡A su salud!
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