Investigadores españoles han desarrollado una prueba diagnóstica para prevenir una de las infecciones más frecuentes entre los pacientes que han recibido un trasplante: el citomegalovirus. Se trata de una de las infecciones más graves, capaz incluso de causar la muerte.
Precisamente para evitar la presencia de este peligroso virus todas las personas que se someten a un trasplante reciben un tratamiento de carácter preventivo. El problema es que esta terapia es muy agresiva y en ocasiones acaba interfiriendo con el tratamiento inmunosupresor que reciben todos los pacientes tras un trasplante, pudiendo conllevar el rechazo del órgano trasplantado e incluso la muerte.
Pero gracias al desarrollo de un nuevo test inmunológico en el que se analiza el nivel de linfocitos T (células implicadas en la respuesta del sistema inmunitario), y cuya eficacia ya ha sido confirmada con 160 pacientes que habían recibido un trasplante de riñón, a partir de ahora solo recibirán ese tratamiento tan agresivo aquellos que realmente han sido infectados por el virus(1). En otras palabras, solo se someterán a la terapia antiviral cuando esta sea necesaria.
Por último, los investigadores han señalado que, aunque los primeros ensayos se han realizado con trasplantes de riñón, este test también es efectivo para prevenir la infección por citomegalovirus en el resto de trasplantes de órganos.
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