La esquizofrenia es uno de los trastornos cerebrales menos comprendidos, a pesar de las numerosas vías de investigación abiertas en torno a ella. Una de las más prometedoras es la de los receptores de las células cerebrales que ayudan a detectar los factores de crecimiento. El problema es que hasta ahora solo se habían hecho ensayos en ratones jóvenes, mientras que la esquizofrenia suele afectar a los adultos.
Así, aunque en los estudios anteriores con ratones jóvenes se había demostrado que la mutación del receptor ErbB4(1) les producía síntomas esquizofrénicos, no se había conseguido determinar si se debía a un desarrollo anormal en el cerebro joven o en una etapa posterior. El ErbB4 es un receptor que ayuda a mantener un neurotransmisor inhibitorio en el cerebro, el Gaba (ácido gamma-aminobutírico), que evita que las células cerebrales reaccionen de forma exagerada y mantiene bajo control el miedo y la ansiedad. Su nivel se altera, de hecho, en adultos con esquizofrenia.
Dos son los ensayos que se han realizado sobre este receptor ErbB4 en ratones adultos: en el primero se les desactivó; mientras que en el segundo el receptor (que les faltaba desde el principio) fue en cambio activado.
Los resultados son claros: en el primer caso, al faltar el receptor el comportamiento se vio alterado; y en el segundo, donde los circuitos cerebrales ya estaban alterados por la falta de este receptor, el comportamiento mejoró simplemente agregándolo. La conclusión, entonces, es que corregir el nivel de ErbB4 en el cerebro ya adulto podría resultar eficaz en los pacientes con este grave trastorno.
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