Unos niveles bajos de vitamina D están directamente asociados a una actividad cerebral menguada y a un mayor riesgo de sufrir demencia e ictus. Así lo ha probado un estudio genético realizado en la Universidad del Sur de Australia y publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition1.
En el ensayo, los análisis genéticos dejaron ver un claro efecto causal entre la falta de esta vitamina y la demencia, una dolencia que implica un deterioro cognitivo crónico y progresivo y que se ha convertido en una de las primeras causas de discapacidad y dependencia en personas mayores en todo el mundo. En concreto se habría demostrado que hasta el 17% de los casos de demencia en una localidad concreta de Reino Unido podrían evitarse aumentando los niveles de vitamina D de la población en unos 50 nmol/L en sangre.
Pero, ¿por qué? ¿Cómo funciona? La investigadora principal del ensayo, la profesora Elina Hyppönen, asegura que esta sustancia es un “precursor hormonal al que se le reconocen cada vez más efectos sobre la salud del cerebro”. Sin embargo, esta es la primera vez que se ha relacionado “el efecto de unos niveles muy bajos de vitamina D en el riesgo de demencia e ictus”, resume.
Nota de Salud en 1 Minuto. Ahora que se acerca el verano es imprescindible que tenga clara una cosa: dejar de huir del sol y empezar a acumular vitamina D es lo mejor que puede hacer por su salud de cara a los próximos meses. Aquí tiene unos consejos sobre cómo conseguir la mayor cantidad.
1. Shreeya S Navale, Anwar Mulugeta, Ang Zhou, David J Llewellyn, Elina Hyppönen. “Vitamin D and brain health: an observational and Mendelian randomization study”. The American Journal of Clinical Nutrition, 2022; nqac107.
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