La vitamina D es un auténtico comodín para la salud, pues se ha demostrado que reduce el riesgo de depresión(1), ictus, obesidad, cáncer(2)… Sin embargo, debido a que muchos asocian esta vitamina con el sol, existe la creencia errónea de que vivir en un país tan soleado como España garantiza unos niveles adecuados.
¡Nada más lejos de la verdad! Los déficits de vitamina D son comunes en todo el mundo, incluida España, por lo que hay que aumentar los aportes de aquellos alimentos que la contienen, como por ejemplo los pescados grasos (caballa, atún, salmón…), los huevos o los champiñones, hasta obtener una cantidad diaria de 4.000 UI (Unidades Internacionales).
Consejo de Salud en 1 Minuto: Es recomendable realizarse un análisis de sangre para asegurarse de que el nivel de vitamina D en sangre sea de al menos 60 ng/ml, que es el considerado óptimo. Si no se alcanza, conviene recurrir a un complemento que asocie la D con otras vitaminas para una mayor asimilación, como es el caso del que le hablamos aquí.
1. Flaherty MA. P3-096: “Vitamin D Supplementation and Depression: A Systematic Review and Meta-Analysis”. Congreso Anual de la American Psychiatric Association (APA). Nueva York. 2018.
2. Pablo Hernández-Alonso, Hatim Boughanem, Silvia Canudas et al.: “Circulating vitamin D levels and colorectal cancer risk: A meta-analysis and systematic review of case-control and prospective cohort studies”. Critical Reviews in Food Science and Nutrition. 2021.
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