Los ingleses no tienen miedo a las grandes decisiones. Lo demostraron el pasado mes de junio, cuando dejaron en estado de shock al mundo entero al votar en referéndum su salida de la Unión Europea (el llamado Brexit). Y ahora han decidido con la misma contundencia decir sí a la vitamina D, otra cuestión que también puede revolucionar su historia, en este caso la de su salud pública.
Nuestro organismo necesita vitamina D, una supervitamina esencial para la salud. Sin embargo, nos falta de forma alarmante. A los finlandeses, a los franceses, a los alemanes, a los ingleses y también a los españoles. En realidad, nos falta a prácticamente todos los europeos, incluso a los de los países más soleados. (1)
Pero ha sido Reino Unido quien acaba de tomar la decisión de recomendar “oficialmente” a su población hace solo unos días que tome sistemáticamente suplementos de vitamina D. (2)
Lo ha hecho el Scientific Committee on Nutrition (SACN), un organismo que asesora en materia de salud pública a las organizaciones gubernamentales de Reino Unido, y que ha sido muy sincero y contundente al reconocer que ha tenido que reconsiderar la postura oficial que habían mantenido hasta ahora en esa materia para poder proteger adecuadamente la salud de la población, especialmente la salud musculoesquelética.
Hasta ahora la recomendación era que no debía suplementarse de ninguna forma esta vitamina, pues se consideraba que era suficiente con el nivel de vitamina D que sintetiza el organismo a partir de la exposición solar. Entendían que dado que la vitamina D se sintetiza en la piel cuando se expone a la luz solar, la síntesis de vitamina que se producía durante el verano era suficiente para cubrir las necesidades de todo el año para la mayoría de la población, por lo que la recomendación de suplementos se reservaba a los grupos considerados de riesgo.
Sin embargo, ahora reconocen que se están acumulando “nuevas evidencias” científicas que hacen necesario reconsiderar esa recomendación. Así, ahora la recomendación para toda la población a partir de los 11 meses de edad es tomar 10 µg/d (es decir, 10 microgramos –mcg- al día) de esta vitamina, lo que equivale a 400 UI. Y para los bebés de menos de un año, entre 8,5 y 10 mcg (es decir, entre 340 y 400 UI).
De esta forma, se aseguran de que el 97,5% de la población tiene cubiertas sus necesidades de esta vitamina y protegen adecuadamente la salud de sus huesos. E instan al Gobierno a tomar medidas para que garantice que toda la población contará con ese nivel de vitamina D.
En nuestro país vivimos en una especie de limbo respecto a la vitamina D, de espaldas a las investigaciones científicas que no dejan de sacar a la luz nuevos beneficios de contar con un nivel adecuado.
Así, el aporte nutricional recomendado de forma general de vitamina D en Europa es de 200 UI al día, que es el que consta en la información nutricional que aparece en la etiqueta de los alimentos, redactada según la legislación vigente a nivel de la Unión Europea.
Bajísimo. Y, sin embargo, ni siquiera nos preocupamos por cumplirlo, lo que hace que de forma generalizada el nivel de vitamina D en la población española sea escandalosamente bajo, y eso a pesar de que vivimos en un país con muchos días de sol.
Póngase usted mismo como ejemplo: ¿Sabe cuánta vitamina D necesita realmente? ¿Cuándo se analizó por última vez su nivel de vitamina D? ¿Está seguro de que no tiene déficit?
A la última pregunta yo le puedo responder: lo más seguro es que sí tenga déficit. Es simple estadística, pues lo tiene un porcentaje altísimo de la población.
Hay estudios concretos que confirman que la población española sufre déficit de vitamina D, y cuya conclusión es que en áreas geográficas variadas y en distintos tramos de edad, la población española, pese a tener sol en abundancia, tiene déficit de esa vitamina. (3) (4) (5)
En Reino Unido, tres grandes especialistas en vitamina D (W.B. Grant, C.F. Garland y M.F. Holick) llevaron a cabo un estudio en el que concluyeron que si su población recibiese la misma cantidad de sol que Florida, reduciría su mortalidad en 22.000 personas al año tan sólo a causa del cáncer. (6)
Lo bueno es que en Reino Unido van por el buen camino. Nosotros, con nuestras escasas 200 UI (que ni siquiera cumplimos) estamos impidiendo a nuestro organismo protegerse de forma sencillísima frente a multitud de enfermedades. Resultado: decenas de miles de muertes que podrían haber sido evitadas.
Y es que el papel primordial de la vitamina D frente a multitud de dolencias y enfermedades está sobradamente demostrado, ayudándonos a protegernos de la gripe, prevenir las fracturas de la osteoporosis, diabetes, párkinson, depresión o reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, entre otros. (7) (8) (9) (10) (11) (12)
Y eso por no hablar de los continuos estudios en los que trabajan investigadores de todo el mundo y que no dejan de arrojar nuevas evidencias sobre la importancia de esta vitamina para el buen funcionamiento y la salud del organismo. No quiero cansarle con estudios y más estudios, porque le aseguro que la lista es casi infinita, pero no puedo dejar de mencionar que está demostrado que un nivel bajo de vitamina D en niños incrementa el riesgo cardiovascular, o que los suplementos de vitamina D evitan que el cáncer de próstata se vuelva más agresivo. Por no hablar de la relación entre la falta de vitamina D y el riesgo de demencia o la relación causal que existe entre el déficit de vitamina D y la hipertensión. (13) (14) (15)
La falta crónica y generalizada de vitamina D en Europa es un asunto realmente serio. La Unión Europea ha emprendido el proyecto de investigación ODIN, liderado por la universidad irlandesa de Cork y en el que participan también científicos españoles de la Universidad Politécnica de Madrid, con el objetivo de medir exhaustivamente el déficit de vitamina D en Europa por grupos de población y revisar las recomendaciones actuales de ingesta.
Sus resultados tardarán en llegar, pero el informe preliminar con sus primeras conclusiones es contundente:
“El presente trabajo dentro del proyecto ODIN (…) proporciona la primera evidencia firme de que el déficit de vitamina D está generalizado en toda Europa y en unas tasas de prevalencia que indican que se trata de un problema grave de salud pública en el que subyace no sólo el riesgo de enfermedades óseas metabólicas, sino también de otros problemas potenciales de salud”. (16)
No espere a que concluyan el proyecto y ratifiquen que realmente nos falta vitamina D. No espere a que trasladen sus conclusiones a las autoridades sanitarias. No espere a que éstas cambien sus recomendaciones de consumo.
Mi recomendación, si me lo permite, es que ahora que es verano se asegure de tomar el sol de forma prudente pero suficiente para permitir que su piel sintetice vitamina D y llenar así sus reservas. Pero con la llegada del otoño éstas se agotarán, por lo que mi siguiente consejo es que hacia noviembre le pida a su médico que analice sus niveles de vitamina D. Y el siguiente paso será tomar un suplemento diario de Vitamina D que le garantice un nivel adecuado de cara a los meses más oscuros del año en los que la síntesis de vitamina D por exposición al sol es prácticamente nula.
¡A su salud!
Luis Miguel Oliveiras
P.D.: No piense que el déficit de Vitamina D es algo nuevo. Thierry Souccar, autor de Los Dossiers de Salud, Nutrición y Bienestar, allá por 1990 ya alertaba de su déficit generalizado y sus potenciales beneficios en la salud (en un momento en el que apenas se prestaba la mínima atención a esta vitamina).
Souccar quizá sea la persona que más sabe sobre el tema en el mundo y tenemos la suerte de contar con un Informe Especial sobre la Vitamina D preparado por él.
Después de la postura adoptada por el Reino Unido, hemos pensado que es el mejor regalo que podemos hacer por la suscripción a Los Dossiers de Salud, Nutrición y Bienestar. Lo tenemos listo para enviárselo y que así usted pueda empezar a tomar desde hoy mismo cartas en el asunto.
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Fuentes:
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Buenas 🙂
Soy una emigrada a Alemania, debido a la crisis… pero antes ya emigré a Canadá, donde sí que note de manera impactante como mis niveles de vitamina D bajaron, cosa en la cual nunca me había parado a pensar (-viniendo del sur de España, donde nos tenemos que esconder prácticamente, porque el Sol pica tanto-).
Tuve un montón de problemas de salud, algunos de ellos ya se me han hecho crónicos… Pero desde entonces aprendí, bueno digamos que me conciencié, y deje de reírme de los típicos extranjeros a los que les gusta tanto hacer actividades al aire libre-con sol-.
Además de darme cuenta claramente, de que el ritmo de vida precisamente en «nuestros países tan desarrollados» no permite que la gente pueda tener sus 30 minutos de SOL diarios – ya sea por las necesidades consumistas que se nos han creado a la hora de gastar nuestro tiempo (pegados al ordenador, al móvil, a la tele, al ordenador, a la mesa de trabajo…)
El caso es que nos falta tiempo para SALIR A TOMAR EL AIRE Y LA LUZ, porque incluso cuando se tiene un poco de tiempo, el estrés ataca y la gente no es consciente de que tiene derecho a no hacer nada, solo a salir a tomar el aire y la luz, y no solo «las tapas» a la hora de los búhos.
Creo que con un poco de concienciación social podrían cambiar tantas cosas….
Pero lamentablemente muuuuuuucha gente no tiene «la libertad» de gastar su tiempo pensando en el cómo y porqué de muchas cosas, porque necesitan sobrevivir.
Hay una ignorancia alarmante con respecto a la vitamina D, yo que trabajo en el sector sanitario lo veo más aun, ni los propios médicos saben de ello.
De hecho yo que soy enfermera tengo conocimiento de este tema gracias a su blog y al del Dr Mercola al que también estoy suscrita.
Mis niveles partieron de 18ng/ml y eso que vivo en Murcia, una ciudad con mucho sol todo el año. Por eso ánimo a todo el mundo a que se midan sus niveles y se suplementen si es necesario.
En España cada minuto de exposición al sol en verano sintetiza 1.000UI de vit. D. Mucho más de los mínimos recomendados. En invierno basta con exponer cara y brazos durante 10 minutos al sol del mediodía para sintetizar la misma cantidad (aprox. 1.000UI)
Me agradaría enormemente saber respecto si hay ventajas/desventajas del colecalciferol (D3) vs calcifediol.
Este último me ha sido pautado dos veces por mes, en temporadas breves [en dosis ‘masivas’].
Gracias a quién me pueda responder. Jorge.
Soy Mari, estoy tomando calcio, vitamina d3, vitamina k2 en la comida. En la cena colágeno y magnesio.
¿Estoy haciendo lo correcto?
Gracias.
Hola Mari,
Yo tomo lo mismo que tú, igual, salvo la Vit.K, que me resulta ‘incompatible’ al tomar ác.acetilsalicílico (es antiagregante plaquetario), y procuro tomar menos supto. de calcio, aunque ‘un poco’ más pauta de D3.
También el colágeno+Mg por la noche, ya que apenas desayuno, sino, lo tomaría con éste.
Creo que haces bien, pero asesórate un poco por tu médico de familia. Y si no tomas mucho Sol, -yo nada de nada- aprox. 1000 UI de Vit.D3, que por su equivalencia, si mal no recuerdo, resultan 25 mcg. de dicha vitamina.
Léete el muy interesante Dossier sobre ésta. Verás que 40 mcg. son 1 UI.
Un saludo, Jorge
Tiempo atrás ya sufrí osteoporosis severa. Sí, antes de los 50, y siendo varón.
Y todo vino a partir de tener permanentes dolores punzantes en las vértebras dorsales, que no cedían ante analgésicos y antiinflamatorios recetados por mi médico de familia. El cual me derivó al traumatólogo al poco tiempo.
Tras varias pruebas, -radiografías, TAC, RMN- éste me solicitó una densitometría ósea, que resultó evidenciar la citada osteoporosis.
Rápidamente acudí a Reumatología; pero pruebas hormonales y demás dieron correctas.
Tras un largo y costoso tto. [Aprobado por la F.D.A. norteamericana] mejoré notablemente.
Pero eso sí, los suptos. de Vitamina D estuvieron siempre presentes (y aún lo están) en mi dieta, junto a modestas cantidades de calcio.
Deberé estar siempre ojo avizor y bien alimentado, y ¡alerta!: vitamina D de calidad.
Pero poco Sol, que en la familia ya ha habido varios cánceres cutáneos… entre los cuales figura mi propia madre como paciente.
Y acabaré diciendo, que curiosamente ya tenía ‘fotofobia’ desde muy pequeño.
Un gran saludo a Ediciones de Salud, Nutrición y Bienestar, por hacer hincapié en estas cuestiones sanitarias, tan y tan importantes.