Algunas investigaciones habían señalado que la gratitud (ser agradecidos con otras personas y recibir gratitud) conlleva un mejor bienestar emocional y social. Pero ahora un estudio ha señalado que también repercute sobre la longevidad y la posibilidad de vivir más años(1).
Los investigadores responsables contaron con 49.275 personas mayores de 79 años, que realizaron un “Cuestionario de Gratitud” donde debían indicar si estaban de acuerdo o no con afirmaciones del tipo: “Tengo mucho en la vida por lo que estar agradecido”, “Si tuviera que enumerar todo por lo que me siento agradecido, sería una lista muy larga”, etc. Asimismo, se les realizó un seguimiento atendiendo a su mortalidad y a las distintas causas por las que fallecieron.
Los datos analizados determinaron que las personas con la puntuación más alta en el cuestionario tenían un 9% menos de riesgo de morir por cualquier causa natural en los siguientes 4 años. En otras palabras, la gratitud ofrece un efecto protector contra todas las causas naturales de mortalidad, asociándose directamente a una mayor longevidad.
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