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¿Y si la poción mágica de Astérix era una tisana?

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Estimado Amante de las Tisanas,

Como ya te hemos hablado en otras ocasiones, el uso de plantas medicinales en forma de tisanas se remonta prácticamente a los albores de la Humanidad.

Egipto, Grecia, Roma, China, India… Todas las grandes civilizaciones de la Antigüedad se han beneficiado de las increíbles propiedades sanadoras de las plantas.

Pero si hay un pueblo que las convirtió en un elemento esencial de su cultura ese es el celta y, especialmente, sus druidas.

Si has leído alguna vez un comic de Astérix y Obélix, seguro que te acordarás de Panoramix, el anciano druida de la aldea gala que se pasa el día recogiendo muérdago en el bosque.

S.R. Meyrick y C.H. Smith. «The Costume of the Original Inhabitants of the British Islands»



Los druidas eran mucho más que sacerdotes y líderes espirituales, también ejercían la labor de curanderos. Y para ello buscaban las mejores medicinas en la naturaleza, en forma de plantas, raíces, flores y hojas. Su sabiduría procedía de la observación de los mecanismos de la naturaleza y su vinculación con el mundo mágico.

Para los druidas cada planta poseía un espíritu y un propósito en el equilibrio del cosmos. Y no solo las empleaban para curar, sino que representaban un elemento clave en sus ceremonias religiosas y de adivinación. Cada planta debía ser recolectada en un momento preciso del año, a menudo cuando se producía un cambio en el ciclo natural y la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual era más estrecha.

Muchas de las tisanas que hoy conocemos ya eran consumidas por los druidas hace milenios. Algunas de las plantas más apreciadas por estos venerables personajes eran:

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  • Muérdago: considerado la “planta sagrada de los dioses”, los druidas lo recolectaban siguiendo unos rituales específicos y lo usaban en pociones para fortalecer el sistema inmune y tratar enfermedades.

  • Roble: el árbol sagrado por excelencia. Su corteza, hervida en infusión, se utilizaba como antiséptico y para curar heridas.
  • Valeriana y lavanda: estas hierbas eran empleadas en infusiones para inducir el sueño, calmar la mente y facilitar la conexión espiritual.

  • Ortiga: rica en nutrientes, los druidas la usaban en decocciones para revitalizar el cuerpo y tratar afecciones sanguíneas.

Se creía que muchas tisanas potenciaban la intuición y la clarividencia. Por ejemplo, el té de artemisa se usaba en ciertas ceremonias para favorecer las visiones y los sueños proféticos. En cierto modo, los druidas intuían las propiedades nootrópicas de muchas plantas.

Aunque con la llegada del cristianismo, los druidas fueron desapareciendo poco a poco, sus conocimientos sobre las propiedades curativas de las plantas nos ha llegado hasta hoy y forman parte del corpus de la fitoterapia más avanzada.

Así que la próxima vez que saborees una deliciosa Tisana Bio recuerda que tal vez estés repitiendo uno de los ancestrales ritos que los druidas celtas llevaban a cabo en los bosques.

Y quién sabe si las hierbas que forman parte de su mezcla te proporcionan la increíble vitalidad y fuerza que manifestaba Astérix tras tomar la poción mágica de Panoramix.

Bueno, pues hasta el próximo domingo. Que pases una buena semana y sigas disfrutando del fascinante mundo de las tisanas. 

El Equipo de La Tetera de Irati


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